Necrológica:

Jupp Derwall, ex seleccionador de Alemania

Logró para el conjunto germano el título de la Eurocopa de 1980 y el segundo puesto en el Mundial de 1982

Se murió Jupp Derwall justo al día siguiente de cumplirse 25 años de lo que ha pasado a los anales del fútbol alemán como "la vergüenza de Gijón". Aquel 25 de junio de 1982 en el Mundial de España 22 mangantes futbolísticos alemanes y austriacos se pusieron de acuerdo sobre la verde pradera de El Molinón en Gijón para acabar el partido en 1-0 favorable a Alemania que calificaba a los dos equipos y dejaba fuera a Argelia.

El partido duró los 11 minutos que tardó Alemania en meter el 1-0. A partir de ahí jugaron entre gritos de "¡Que se besen!" y argelinos enardecidos que blandían billete...

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Se murió Jupp Derwall justo al día siguiente de cumplirse 25 años de lo que ha pasado a los anales del fútbol alemán como "la vergüenza de Gijón". Aquel 25 de junio de 1982 en el Mundial de España 22 mangantes futbolísticos alemanes y austriacos se pusieron de acuerdo sobre la verde pradera de El Molinón en Gijón para acabar el partido en 1-0 favorable a Alemania que calificaba a los dos equipos y dejaba fuera a Argelia.

El partido duró los 11 minutos que tardó Alemania en meter el 1-0. A partir de ahí jugaron entre gritos de "¡Que se besen!" y argelinos enardecidos que blandían billetes para denunciar el tongo. El comentarista de la televisión alemana dejó de hablar porque dijo que aquello no era una competición deportiva. El periódico El Comercio de Gijón publicó la crónica en la sección de sucesos como un robo más. Lo recordaron estos días los periódicos alemanes que dedicaron amplio espacio al 25º aniversario de "la vergüenza de Gijón".

Derwall murió al día siguiente del aniversario, tal vez abrumado por el recuerdo. En aquella ocasión justificó de mala manera la conducta de sus muchachos. Era Derwall el prototipo del llamado carácter renano, un tipo alegre y desenfadado, nada que ver con lo que se suele considerar el estereotipo del alemán.

El ex entrenador también fallecido Max Merkel le puso el mote de el cacique de los rizos plateados por su cabellera blanca. Por su carácter dejaba Derwall a sus seleccionados actuar a su antojo y se le subían a las barbas. En el Mundial de España se comentó que los futbolistas alemanes, capitaneados por Paul Breitner, habían convertido sus lugares de concentración en un antro de timbas y borracheras. No obstante, el equipo alemán llegó a la final que perdieron en Madrid por 3-1 contra Italia.

Heredó la selección en 1978 de Helmut Schön del que había sido segundo desde 1970. Comenzó con un gran éxito y ganó la Copa de Europa de naciones en 1980 cuando se consagró como figura Bernd Schuster, el mejor jugador del torneo. Siguió con la mayor serie de partidos sin conocer la derrota, 23 en total, que ningún otro seleccionador logró superar.

Su carrera se hundió tras el gol en plancha de Maceda que eliminó a Alemania en la Copa de Europa de naciones jugada en Francia en 1984. La prensa le atacó sin piedad y Derwall se tuvo que ir tras 67 partidos como seleccionador en los que consiguió 45 victorias, 11 empates y 11 derrotas.

A continuación empezó una nueva carrera en Turquía y entrenó al Galatasaray de Estambul, rquipo con el que conquistó dos veces el campeonato que se le resistía desde muchos años. Sus triunfos en Turquía, donde permaneció hasta 1988, le valieron incluso para que le nombraran doctor honoris causa por la Universidad de Ankara.

Los últimos años de su vida Jupp Derwall los pasó casi en silencio, dedicado a practicar el golf y escribir algún que otro comentario en la prensa deportiva.

Jupp Dervall.

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