70 camareras para celebrar los 70

Setenta espléndidas camareras para celebrar 70 años de esplendor. Jack Nicholson cumplió años el pasado domingo y como no es precisamente un hombre conocido por su recato sino por ser apasionadamente extravagante, organizó una fiesta para 600 personas en su casa de Los Ángeles en la que 70 mujeres de lo más sexy se ocuparon de que las copas corrieran a destajo y de que los invitados no se aburrieran.

No faltaron por supuesto, 70 velas, desplegadas sobre una tarta de siete pies (2,13 metros) de largo a la que entre otros le hincaron el diente sus más recientes acompañantes cinemat...

Setenta espléndidas camareras para celebrar 70 años de esplendor. Jack Nicholson cumplió años el pasado domingo y como no es precisamente un hombre conocido por su recato sino por ser apasionadamente extravagante, organizó una fiesta para 600 personas en su casa de Los Ángeles en la que 70 mujeres de lo más sexy se ocuparon de que las copas corrieran a destajo y de que los invitados no se aburrieran.

No faltaron por supuesto, 70 velas, desplegadas sobre una tarta de siete pies (2,13 metros) de largo a la que entre otros le hincaron el diente sus más recientes acompañantes cinematográficos, Matt Damon y Leonardo DiCaprio. Con ellos coprotagonizó Infiltrados, la película de Martin Scorsese con la que el director neoyorquino finalmente se llevó el Oscar este año.

Nicholson interpretaba en el filme a un despiadado y excesivo mafioso que le hacía la vida imposible a Leonardo DiCaprio, quien considera a Nicholson "un monstruo de la actuación, uno de los mejores con los que he trabajado nunca". Su talento ha sido reconocido a lo largo de su vida en múltiples ocasiones y entre su larga lista de premios destacan tres oscars. El primero lo recibió en 1976, por su impresionante interpretación de un hombre que es encerrado en un hospital psiquiátrico y acaba realmente volviéndose loco en Alguien voló sobre el nido del cuco, de Milos Forman; el segundo le llegó en 1984, por la película Terms of Endearment, y el tercero lo consiguió hace 10 años por As good as it gets.

Está considerado uno de los grandes, a la altura de Humphrey Bogart y James Stewart. Abandonado por su padre durante su infancia, creció en el seno de una familia humilde en Nueva York, sin saber que la que él creía que era su hermana era en realidad su madre, puesto que la que ejercía de progenitora de ambos era en realidad su abuela. Con apenas 17 años Nicholson se mudó a California, donde empezó a trabajar como mensajero para los estudios Metro-Goldwyn-Mayer. Se estrenó en el cine en 1958 de la mano del legendario director de serie B Roger Corman, para quien trabajó durante una década. Su salto a la fama le llegó subido a la moto de Easy Rider.