Necrológica:

Mojá Gosananda, el profeta de la reconciliación

El Patriarca Supremo de Camboya era un apóstol de la no violencia

"La victoria crea odio, la derrota sufrimiento. Las personas sabias no persiguen ni la victoria ni la derrota", esta máxima del venerable Mojá Gosananda revela la filosofía de este profeta de la reconciliación, que jugó un importantísimo papel en la reconstrucción del budismo en Camboya, tras la masacre sistemática de religiosos organizada por el régimen de los jemeres rojos (1975-1979), cuyo líder Pol Pot consideró a los monjes "representantes del feudalismo" y "parias inútiles".

En esos años se cerraron unos 3.600 monasterios, la inmensa mayoría de los existentes. Cuando las tropas vi...

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"La victoria crea odio, la derrota sufrimiento. Las personas sabias no persiguen ni la victoria ni la derrota", esta máxima del venerable Mojá Gosananda revela la filosofía de este profeta de la reconciliación, que jugó un importantísimo papel en la reconstrucción del budismo en Camboya, tras la masacre sistemática de religiosos organizada por el régimen de los jemeres rojos (1975-1979), cuyo líder Pol Pot consideró a los monjes "representantes del feudalismo" y "parias inútiles".

En esos años se cerraron unos 3.600 monasterios, la inmensa mayoría de los existentes. Cuando las tropas vietnamitas invadieron el vecino país y acabaron con su odioso régimen, cerca de 3.000.000 de camboyanos habían desaparecido en lo que se llamaron los campos de la muerte y de los 60.000 monjes budistas que había antes de que los jemeres rojos ganaran la guerra civil, poco más de 3.000 habían conservado la vida.

"Según la ley del universo, el odio, la venganza y las represalias sólo consiguen que el ciclo prosiga", afirmaba Mojá Gosananda -nombres adoptados al convertirse en monje- para predicar la paz y la reconciliación. Toda la familia del monje pereció bajo la locura sanguinaria de Pol Pot, mientras él, que había vivido los cinco años de guerra civil y el triunfo de las guerrillas polpotianas en un monasterio de Tailandia, acudió a consolar a sus conciudadanos por los distintos campos de refugiados que se extendieron a lo largo de la frontera tailandesa y a predicar la fe budista entre quienes sufrían para alejar de sus corazones las ansias de venganza y el miedo que se había adueñado de ellos.

Tras los acuerdos de paz, impulsados por Naciones Unidas, que permitieron la retirada de las tropas vietnamitas de Camboya, el maestro de la tradición budista Theravada, que ya residía en Estados Unidos, organizó en 1992 una marcha de meditación por la paz a través de toda Camboya, en la que recorrió el país junto con más de un centenar de fieles con el fin de apoyar la reconciliación entre todos los camboyanos.

Hijo de campesinos, desde pequeño se sintió interesado por los asuntos religiosos y pronto comenzó sus estudios en una pagoda. En 1969, Mojá Gosananda se doctoró en budismo por la Universidad Nalanda, del Estado indio de Bihar, y estudió meditación en Tailandia, donde le sorprendió el estallido de la contienda.

Su defensa de la no violencia le llevó a ser conocido como el Ghandi de Camboya y a ser candidato varios años al Nobel de la Paz, aunque finalmente fue la japonesa Fundación Niwano para la Paz la que le concedió el premio, en 1998, por su contribución "a reunir personas que han sido separadas por la guerra y por barrer sus miedos con llamamientos a la paz".

Mojá Gosananda.AP

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