Entrevista:MANUEL CAMPO VIDAL | Presidente de la ATV

"Hay que devolver a la televisión el prestigio que tuvo"

Desde hace dos semanas, el periodista Manuel Campo Vidal preside la Academia de las Artes y las Ciencias de la Televisión (ATV). Retirado de la primera línea de la gestión audiovisual desde 1997, cuando dimitió como vicepresidente de Antena 3, en los últimos años se ha dedicado a la producción de documentales, además de dirigir y presentar el programa de Canal Sur Generación XXI. Ahora toma las riendas de una institución en crisis y cuya utilidad ha sido cuestionada por los propios profesionales.

Pregunta.
¿Por qué decidió presentarse a la presidencia?

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Desde hace dos semanas, el periodista Manuel Campo Vidal preside la Academia de las Artes y las Ciencias de la Televisión (ATV). Retirado de la primera línea de la gestión audiovisual desde 1997, cuando dimitió como vicepresidente de Antena 3, en los últimos años se ha dedicado a la producción de documentales, además de dirigir y presentar el programa de Canal Sur Generación XXI. Ahora toma las riendas de una institución en crisis y cuya utilidad ha sido cuestionada por los propios profesionales.

Pregunta. ¿Por qué decidió presentarse a la presidencia?

Respuesta. Un grupo de profesionales, entre los que estaban José Carbajo, que había trabajado conmigo como productor en TVE, me propusieron que encabezara una candidatura. Sabía que la Academia no estaba en buen momento y que había que hacer algo. Acepté en el límite.

"En materia de reconocimiento social, la televisión debe estar a la altura del cine"

P. ¿Cuál es su programa electoral?

R. Creemos que hay que refundar la Academia. Va a cumplir diez años y el panorama de la televisión ha cambiado. Hay un nuevo mercado, diversidad de canales y nuevas exigencias de la audiencia. La refundación significa hacer de la Academia un instrumento útil para devolver a la televisión y a sus profesionales el prestigio que tuvo y que ahora está en entredicho. La televisión es muy importante en la vida de los ciudadanos. El 90% de los españoles la ve varias horas al día y más de la mitad se informa sólo por televisión. Pero la consideración hacia la televisión no es la mejor.

P. ¿Puede tener algún peso la Academia para intervenir en los contenidos y recuperar ese prestigio o debe quedar en manos de la autorregulación?

R. No soy partidario de los intervencionismos, ni de la Academia ni de los poderes públicos. Pero puede ayudar a que los poderes públicos reconozcan el peso que tiene la televisión y la apoyen, cosa que en este momento no está sucediendo. Normalmente sólo se habla de la estridencia de la televisión. Pero esa estridencia tapa el trabajo de creatividad de miles de personas. La Academia debe generar un clima de confianza en la profesión y un reconocimiento en la Agencia Audiovisual que prepara el Gobierno. Por las noticias que tenemos, la televisión no sale bien parada.

P. ¿Sería necesario un mayor apoyo institucional? ¿Se le ocurren fórmulas?

R. Lo primero es revitalizarla y generar propuestas en un debate abierto. Hemos parado las bajas y este mes se incrementará en un 10% el número de afiliados, teniendo en cuenta que somos unos 700. Queremos llevar la Academia más allá de Madrid y, de forma especial, abrirla a los jóvenes, para que vean en ella un instrumento de prestigio y de defensa de calidad de industria, de su capacidad de exportación y de alianzas internacionales. La televisión española tiene muchos recursos creativos, industriales y empresariales para ser alguien en la globalización televisiva.

P. En la Junta Directiva hay representantes de canales autonómicos y profesionales de varias categorías: productores, realizadores, iluminadores. ¿Eso va a permitir una mayor apertura?

R. La Junta es plural, y lo hubiera sido más si algunas personas de canales autonómicos hubieran podido presentarse. Pero no eran académicos.

P. Algunos venían reclamando para la Academia vías de financiación estable.

R. Las cuotas de los socios son muy poco significativas. Parte de la financiación procedía de la gala, y al no haber gala, la situación económica no es boyante. Están también las contribuciones de las televisión. Me he encontrado con que Tele 5 se había marchado. La Academia tiene que ser solvente económicamente y eficaz, seria y respetada desde el punto de vista de sus contenidos.

P. La concesión de premios ha sido uno de los aspectos más polémicos.

R. Hay que eliminar las barreras proteccionistas de determinados premios. Hoy mismo llevaré a la Junta Directiva una propuesta para revisar los límites, a mi juicio coercitivos, que tiene la concesión del Premio Talento. Según la reglamentación interna, sólo se podrían conceder a quienes llevaran 25 años en el ejercicio de la profesión. El talento se puede demostrar sin necesidad de quinquenios. Por razones obvias, todos los premios iban a la misma cadena. Las privadas tienen 15 años.

P. ¿En la próxima edición habrá gala con el glamour habitual o será semiclandestina, como el año pasado?

R. No me gustaría que nuestra labor se midiera por gala sí o gala no. Tenemos fundadas esperanzas en que habrá gala. Es cierto que aporta el 50% de los recursos de la Academia, que este año acabará con déficit, pero es mejor que no haya gala a que esté mal hecha o sea caótica.

P. ¿Y situarla a la altura del cine?

R. Da la sensación de que el cine es creatividad y la televisión es algo de andar por casa, cuando existen extraordinarias series de ficción que están por encima de muchas películas que se presentan como si fueran obras de artes excepcionales. Queremos, podemos y debemos estar a la altura del cine en el reconocimiento social y en la consideración de los poderes públicos.

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