Un heredero para Japón

El príncipe Akishino ha revelado a un amigo que su esposa, la princesa Kiko, espera un hijo, que sería el primer heredero varón de la familia real japonesa en cuatro décadas, según el magacín japonés Shukan Bunshun, con frecuencia muy bien informado sobre los asuntos imperiales. El esposo de Kiko, el príncipe Akishino, confió a uno de sus amigos cercanos que su mujer espera un varón, noticia que Japón espera con impaciencia y que es un secreto muy bien guardado desde hace tres meses. Los círculos políticos, los especialistas en obstetricia y los periodistas de las fuentes ...

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El príncipe Akishino ha revelado a un amigo que su esposa, la princesa Kiko, espera un hijo, que sería el primer heredero varón de la familia real japonesa en cuatro décadas, según el magacín japonés Shukan Bunshun, con frecuencia muy bien informado sobre los asuntos imperiales. El esposo de Kiko, el príncipe Akishino, confió a uno de sus amigos cercanos que su mujer espera un varón, noticia que Japón espera con impaciencia y que es un secreto muy bien guardado desde hace tres meses. Los círculos políticos, los especialistas en obstetricia y los periodistas de las fuentes relacionadas con la Corte están convencidos de que se trata de un varón. La princesa Kiko, recientemente hospitalizada en una clínica privada de Tokio, dará a luz por cesárea la semana próxima, alrededor del 6 de septiembre. El palacio imperial rechazó revelar el sexo del bebé de la princesa y se limitó a decir que el estado de Kiko es satisfactorio y que el niño se desarrolla bien. Kiko, de 39 años, es madre de dos niñas de 11 y 14 años. A inicios de febrero, el anuncio del embarazo hizo renacer las expectativas de que naciera un heredero varón al trono del Crisantemo. Todas las miradas estaban dirigidas hasta entonces a la esposa de Naruhito, la princesa Masako, que tienen ya una niña. Este anuncio hizo el efecto de una bomba, en momentos en que el primer ministro japonés, Junichiro Koizumi, se preparaba para presentar una reforma que autorizaba la llegada al trono de las mujeres. Finalmente, abandonó el proyecto ante la fuerte oposición de los partidarios tradicionales de la filiación patrilineal. Ningún niño ha nacido en el seno de la familia imperial desde 1965.

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