Reportaje:MUERTE EN BANGKOK

Una septicemia mató a Kiko

Christoff Hohenlohe será enterrado el miércoles en Marbella, después de serle practicada una nueva autopsia

Una septicemia y complicaciones aparentemente asociadas a una diabetes habrían causado la muerte de Christoff Hohenlohe, de 49 años e hijo de Ira von Fürstenberg y Alfonso Hohenlohe, según los médicos del hospital Nonthawet de Bangkok donde el príncipe falleció el martes pasado. No es una información oficial, pues en Tailandia no se ha abierto ninguna investigación sobre el caso, por lo que no existen interrogatorios o reconstrucciones oficiales. Son detalles contenidos en los documentos recopilados por la embajada Suiza en Bangkok, que se ocupa también de los ciudadanos de Lichtestein, como H...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Una septicemia y complicaciones aparentemente asociadas a una diabetes habrían causado la muerte de Christoff Hohenlohe, de 49 años e hijo de Ira von Fürstenberg y Alfonso Hohenlohe, según los médicos del hospital Nonthawet de Bangkok donde el príncipe falleció el martes pasado. No es una información oficial, pues en Tailandia no se ha abierto ninguna investigación sobre el caso, por lo que no existen interrogatorios o reconstrucciones oficiales. Son detalles contenidos en los documentos recopilados por la embajada Suiza en Bangkok, que se ocupa también de los ciudadanos de Lichtestein, como Hohenlohe.

El certificado de defunción se refiere a "un colapso simultáneo multiorgánico provocado por una septicemia" (una infección generalizada) y a una "acumulación de ácidos cetónicos" (normalmente asociada a la diabetes). Parece, pues, que todo habría sido provocado por una diabetes, una enfermedad que el príncipe, conocido familiarmente como Kiko, no había indicado en el formulario de ingreso en la cárcel, aunque se trataba de un dato que se pedía expresamente."

"Cuando lo vi estaba tan débil que ni siquiera podía hablar. Intentó levantar un brazo pero no estaba consciente. Se puede decir que prácticamente estaba ya en coma", declaró a un periodista del diario italiano Corriere della Sera, John Lerwitworapong, el médico de la cárcel que atendió a Hohenlohe cuando se sintió mal. El paciente se hallaba "en graves dificultades", asegura Lerwitworapong. "Le suministramos insulina porque los valores de azúcar en la sangre daban un índice de 600, cuando lo normal tendría que ser poco más de 100", detalla el doctor, quien añade que "puede ser que fuera diabético sin que él mismo lo supiera". Hace 29 años que Lerwitworapong trabaja en Remand, la cárcel principal de la ciudad, más conocida como Klongprem Central Prison, pero dijo no recordar a ningún paciente víctima de un empeoramiento tan rápido. Dada la gravedad de Hohenlohe, fue trasladado de la enfermería de la prisión al hospital Nonthawet, donde falleció a las pocas horas.

"Christoff estaba muy cansado aunque se sentía bien", sostiene la madre, Ira von Fürstenberg, quien había ido a visitarlo el viernes anterior a la muerte. En aquella ocasión, intentó animarle, diciéndole que pronto saldría de la cárcel, donde se encontraba por una "gilipollez", como él mismo la había definido. La falsificación de un visado le costó la muerte, y ahora su familia exige una aclaración de las circunstancias.

Según la prensa italiana, el cuerpo de Christoff será trasladado este fin de semana, vía Zúrich, a Marbella, donde le será practicada otra autopsia, antes de ser enterrado el próximo miércoles. La madre desea que descanse al lado de su padre, también enterrado en la ciudad malagueña.

Archivado En