El cantante Prince y Manuela Testolini se divorcian

Tras poner fin a cinco años de matrimonio, ninguno ha querido hacer declaraciones

El cantante estadounidense Prince, de 48 años, ha presentado una demanda de divorcio de su esposa Manuela Testolini Nelson, según informaba ayer la revista People, que atribuye su información al abogado del músico, Alan Eidsness. El letrado señalaba que la demanda de divorcio fue presentada el 24 de mayo ante un tribunal de Minnesota, donde fue archivada, y no quiso hacer más comentarios sobre la separación.

Prince, cuyo nombre completo es Prince Rogers Nelson, se casó con la canadiense Manuela Testolini, de 29 años, en la Nochevieja de 2001. Ella trabajaba e...

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El cantante estadounidense Prince, de 48 años, ha presentado una demanda de divorcio de su esposa Manuela Testolini Nelson, según informaba ayer la revista People, que atribuye su información al abogado del músico, Alan Eidsness. El letrado señalaba que la demanda de divorcio fue presentada el 24 de mayo ante un tribunal de Minnesota, donde fue archivada, y no quiso hacer más comentarios sobre la separación.

Prince, cuyo nombre completo es Prince Rogers Nelson, se casó con la canadiense Manuela Testolini, de 29 años, en la Nochevieja de 2001. Ella trabajaba en la fundación de beneficencia del cantante y, tras la boda, creó su propia empresa, Gamillah, Inc., dedicada a la producción y diseño de velas. También ocupaba gran parte de su tiempo a obras de beneficencia y de solidaridad con ONG como Youth Care and United Communities Against Poverty.

Prince estuvo casado anteriormente con la cantante y bailarina Mayte García, con quien tuvo un hijo que murió poco después de nacer.

Este matrimonio fue anulado en 1998.

En la actualidad, Prince promociona su nuevo álbum 3121, que en su primera semana alcanzó el número uno de álbumes, según Billboard. El cantante ha cambiado mucho en los últimos tiempos. Ya hace unos años hizo pública su conversión a la fe de los Testigos de Jehová. Y aunque no realiza proselitismo de forma abierta, en 3121 hay ecos de sus actuales creencias. Ya no canta de forma lasciva al sexo y el placer -como en Dirty mind-, sino que invita al oyente a disfrutar de las bondades de la naturaleza y a estudiar la palabra de Dios.

Manuela Testolini y Prince, en una imagen de la ceremonia de entrega de los Oscar del año pasado.REUTERS

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