Gregorio Rojo, ex atleta y entrenador
Maestro de figuras
El atletismo español se ha sumido en una profunda tristeza. Gregorio Rojo (Villalomez, Burgos, 1920), uno de sus referentes legendarios, falleció ayer en su casa de Barcelona, a los 86 años, a causa de una dolencia cardiovascular.
Más reconocido como entrenador que como atleta -fue nombrado mejor entrenador español en 1995 y en 1998-, Rojo dominó el fondo español en los años cuarenta y cincuenta, antes de convertirse en uno de los técnicos más prestigiosos de Europa. Los fantásticos duelos que mantuvo con Constantino Miranda, sus seis victorias en la Jean Bouin -nadie ha logrado igualar...
El atletismo español se ha sumido en una profunda tristeza. Gregorio Rojo (Villalomez, Burgos, 1920), uno de sus referentes legendarios, falleció ayer en su casa de Barcelona, a los 86 años, a causa de una dolencia cardiovascular.
Más reconocido como entrenador que como atleta -fue nombrado mejor entrenador español en 1995 y en 1998-, Rojo dominó el fondo español en los años cuarenta y cincuenta, antes de convertirse en uno de los técnicos más prestigiosos de Europa. Los fantásticos duelos que mantuvo con Constantino Miranda, sus seis victorias en la Jean Bouin -nadie ha logrado igualar su récord- y su participación (en los 5.000 y en los 10.000) en los Juegos Olímpicos de Londres de 1948, popularizaron el atletismo en España.
El verdadero reconocimiento le llegaría después, como maestro de grandes figuras del atletismo. Pionero en sus sistemas de entrenamiento, Rojo tuvo como pupilos a atletas como Aritmendi, ganador del Cross de las Naciones en 1964, Vicente Egido o Martín Fiz, e hizo campeones a José Manuel Abascal (bronce en los 1.500 en Los Ángeles 84) y a Reyes Estévez (campeón de Europa en los 1.500, en 1998, y bronce en los Mundiales de 1998 y 1999). Rojo, que se retiró en 2001, será enterrado hoy en el tanatorio Sancho de Ávila de Barcelona.