Desfilan o declaran

Carmen Martínez-Bordiú se casa a estas alturas de la película. A la nieta de Franco no se le pone nada por delante y ha decidido pasar por el altar. Y es que ella es creyente, viuda y anulada. Carmencita asegura que llevará algo blanco pero que una tiene que pensar en la edad y que el blanco significa virginidad, así que no irá de blanco nuclear. José Campos está encantado, a juzgar por lo que cuenta ella en una exclusiva en ¡Hola! Hay que reconocer que este nuevo noviazgo de la nietísima le está dando mucho juego en cuanto a exclusivas se refiere, así que se...

Carmen Martínez-Bordiú se casa a estas alturas de la película. A la nieta de Franco no se le pone nada por delante y ha decidido pasar por el altar. Y es que ella es creyente, viuda y anulada. Carmencita asegura que llevará algo blanco pero que una tiene que pensar en la edad y que el blanco significa virginidad, así que no irá de blanco nuclear. José Campos está encantado, a juzgar por lo que cuenta ella en una exclusiva en ¡Hola! Hay que reconocer que este nuevo noviazgo de la nietísima le está dando mucho juego en cuanto a exclusivas se refiere, así que se ha comprado una casa en Santander, que no hay miseria. Todos los detalles en ¡Hola! que por cierto también trae una exclusiva del hijo de Antonia dell'Atte y el conde Lequio, Clemente que ha cumplido 18 años. Es como la puesta de largo de antes. Cuando un hijo de famosote cumple la mayoría de edad pues lo normal es vender una entrevista a ¡Hola! y posar con modelos de Armani porque ya se sabe que todos los hijos de los famosos tienen aptitudes para ser modelo. Otra cosa es ir a soltar a televisión. Miren a Paquirrín, que ahora que es mayor le llaman Kiko. Él posar no, la verdad es que tipo no tiene, pero siempre queda la tele para ir a contar sus cosillas, esas que interesan tanto: que si Julián Muñoz, el novio de su madre, no es santo de su devoción, que si no quiere ver a su abuelo paterno. Elegancia a tope. Así que ya saben los hijos con glamour siempre pueden sacar provecho del mundo de la moda y los que no a la tele. Y el que no tenga esa suerte siempre podrá ser costalero. Como Pipí Estrada.