"Sin chocolate me siento desgraciada"

Pregunta. Vendió casi tres millones de ejemplares de 1080 recetas de cocina. ¿Todavía tiene humor para aconsejar cómo ponerse a los fogones?

Respuesta. Sí que lo tengo. Aunque ahora yo ya no cocino, porque estoy en una residencia.

P. Y dijo que se sabía más de 4.000 recetas. ¿Hará una enciclopedia?

R. La estoy casi haciendo, porque aparte de las 1080 he publicado otros libros, como éste último con mi hija Inés.

P. ¿Ha probado todas las pócimas que aconseja?

R. Prometo que sí. Algunas, una vez y otras tre...

Pregunta. Vendió casi tres millones de ejemplares de 1080 recetas de cocina. ¿Todavía tiene humor para aconsejar cómo ponerse a los fogones?

Respuesta. Sí que lo tengo. Aunque ahora yo ya no cocino, porque estoy en una residencia.

P. Y dijo que se sabía más de 4.000 recetas. ¿Hará una enciclopedia?

R. La estoy casi haciendo, porque aparte de las 1080 he publicado otros libros, como éste último con mi hija Inés.

P. ¿Ha probado todas las pócimas que aconseja?

R. Prometo que sí. Algunas, una vez y otras tres veces, para dejarlas bien encajadas.

P. ¿Y cuántas intoxicaciones tiene en su haber?

R. Que yo sepa, ninguna [ríe]. Un médico me dijo que de todas las recetas mías que había visto o probado, sólo una podía ser dañina para el hígado.

P. Confiese cuál, para no caer en ella.

R. No me lo dijo.

P. Varias generaciones han cocinado con sus consejos. ¿Cuántos kilos por persona le debemos?

R. Yo creo que, si se come una cantidad suficiente, pero no extravagante, no se cogen kilos. Yo he comido bastante toda mi vida y no he engordado.

P. Pero no tiene usted tipo de haber mojado mucho pan.

R. Sí, sí que lo he mojado. Lo que pasa es que ahora, a estas alturas, he tenido muchas averías físicas, y estoy más delgada de lo normal.

P. Y eso que su pasión sigue siendo el chocolate.

R. Cuando no tengo chocolate me siento desgraciada. Pero chocolate del negro, ¿eh?

P. ¿Dónde mete la cuchara con más frecuencia?

R. Bueno, aquí hay sopas todas las noches. La meto igual en una sopa que en unas natillas.

P. ¿De cuántos tenedores es?

R. De miles de tenedores. La calidad para mí es esencial. Además, he sido muy comilona.

P. ¿Qué cocinaba a su suegro, Ortega y Gasset?

R. Lo que más le gustaba eran las criadillas de tierra, una especie de trufas, un poco más grandes y buenísimas. Nos volvíamos locas todas: Soledad mi cuñada, mi suegra y yo para ver quién las cogía más pronto, porque vienen en mayo y las buenas duran sólo quince días.

P. Empezó con un cuaderno de recetas de su abuela. ¿Plagio total?

R. Mi abuela era gruñona, y en su casa se comía divinamente. Lo que he hecho es adaptar al tiempo moderno sus recetas. Naturalmente, mi abuela hacía el caldo la víspera con media gallina y todas las verduras, y eso ya no se puede hacer. O sea que he adaptado el caldo con una pastillita. Y sale bastante rico.

P. No me diga que el Avecrem es uno de los grandes inventos de la humanidad.

R. Sí, yo creo que sí. Es más rápido, y para qué vamos a estar horas en la cocina.

P. ¿Las latas y los congelados son pecado?

R. No. En la época actual las latas y los congelados son buenísimos. Hay que usarlos cuando hace falta, si se tiene prisa o se quiere tomar algo que no es de época.

P. Dice que muchas personas confiesan haber salvado su matrimonio con sus platos. ¿Y divorcios ha habido?

R. No lo sé, pero creo que no. Variar es importante. No hacerlo puede cansar a una pareja.

P. ¿Y eso de que pasa de la nueva cocina?

R. Es que hacen unas mezclas rarísimas. Comí hace poco en un restaurante unos pimientos asados con salsa de calamar y me pareció que estropeas el pimiento y la tinta del calamar.

P. ¿Cómo está en su salsa?

R. Mi salsa ahora es esta residencia. Y estoy a gusto. Me gusta invitar a amigas y charlar, qué libro estás leyendo, qué es lo que has visto en el teatro o a qué concierto has ido.

P. ¿Ha tenido éxtasis entre los pucheros, como Santa Teresa?

R. Pues no los he tenido nunca, y lo siento. Yo estaba muy pendiente de los pucheros.