Crítica:LA LIDIA | Bilbao | CULTURA Y ESPECTÁCULOS

Estupendísimos etcéteras

Los carteles de la corrida de ayer estaban confeccionados para que los torearan Enrique Ponce, El Juli y Antonio Barrera. Cogidos como estaban Ponce y Barrera, la junta administrativa tenía que buscar dos sustitutos. El Juli les dijo que quería un torero por delante. La junta bajó servilmente la cerviz y accedió a contratar a Rivera Ordóñez. Ninguno de los aficionados de Bilbao quería a este torero, pero la junta lo contrató contra viento y marea. Para cubrir la plaza de Barrera contrataron a toda prisa y sin pensarlo bien a quien consiguió las orejas el día anterior. Esto es, Juan José Padill...

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Los carteles de la corrida de ayer estaban confeccionados para que los torearan Enrique Ponce, El Juli y Antonio Barrera. Cogidos como estaban Ponce y Barrera, la junta administrativa tenía que buscar dos sustitutos. El Juli les dijo que quería un torero por delante. La junta bajó servilmente la cerviz y accedió a contratar a Rivera Ordóñez. Ninguno de los aficionados de Bilbao quería a este torero, pero la junta lo contrató contra viento y marea. Para cubrir la plaza de Barrera contrataron a toda prisa y sin pensarlo bien a quien consiguió las orejas el día anterior. Esto es, Juan José Padilla.

El resultado artístico y ganadero fue deplorable. Los toros no valían nada o menos que nada. Sólo tenían presencia... Para colmo, el presidente, dándoselas de listo, devolvió el segundo toro, justamente el que mejor se empleó en el caballo. Dio muestras de ser bravo. Pero el presidente se puso muy fino y lo devolvió. Esa devolución estuvo fabricada con el mayor de los errores. Juan José Padilla, al margen de dos aceptables estocadas y varios pares de banderillas bien ejecutados, estuvo carente de calidad y lleno de bullanga barata.

Lorenzo / Padilla, Rivera, Juli

Toros de El Puerto de San Lorenzo de presentación inmejorable, devueltos el 2º y el 3º (sustituido por un toro de Ribera de Campocerrado), la mayoría sin clase e inválidos. Juan José Padilla: estocada (ovación); estocada (petición y vuelta). Francisco Rivera Ordóñez: estocada (pitos); cuatro pinchazos -aviso-, pinchazo y estocada (pitos). El Juli: estocada trasera (ovación); media estocada y descabello (silencio). Plaza de Vista Alegre, 24 de agosto. 4ª de feria. Lleno.

Como era de esperar, Rivera Ordóñez dejó una pobrísima impresión. En su primero se llenó de abulia, de miedo y mucha desgana. En su segundo apenas apuntó esbozos de pases. No justificó en absoluto que se le contratara.

Dos inválidos

Lo poco de interés lo realizó El Juli, mas careció de valor porque su labor la llevó a cabo frente a dos toros inválidos. O sea, apariencia de que se torea y rápidamente se pone la mano para cobrar, y hasta luego, Lucas.

Parte de la culpa del fraude de ayer lo tiene la junta administrativa. Ellos dicen que no hay entidad en el mundo del toro como la que presiden ellos. No tienen pudor alguno en proclamar su plaza como la primerísima del orbe taurómaco, donde salen los mejores toros, donde se confeccionan los carteles más completos y otros estupendísimos etcéteras.

Pues bien, esa junta maravillosa ha tenido que tragar con la exigencia de El Juli. Ha consentido que Rivera Ordóñez pisara otra vez la arena de Vista Alegre, cuando esa misma junta poco menos que le proscribió para siempre. Esta junta se dejó obnubilar por la euforia del público ante el bullanguero Padilla.

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