Un patio de butacas repleto de famosas y famosos

Todos los asistentes al estreno del gran clásico de Shakespeare, Julius Caesar, con puesta en escena de Deborah Warner parecían tener conciencia, la tarde del pasado domingo, de estar viviendo un momento que podía terminar por ser histórico para el el teatro de este país.

Las expectativas eran grandes y fueron muchos los que ayudaron a otorgar la categoría de acontecimiento al estreno. Entre ellos estuvieron Pedro Almodóvar con su amiga Penélope Cruz, Javier Bardem con su maestro Juan Carlos Corazza, María Asquerino, Aurora Bautista, Berta Riaza, José Carlos Plaza, Tristán Ulloa,...

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Todos los asistentes al estreno del gran clásico de Shakespeare, Julius Caesar, con puesta en escena de Deborah Warner parecían tener conciencia, la tarde del pasado domingo, de estar viviendo un momento que podía terminar por ser histórico para el el teatro de este país.

Las expectativas eran grandes y fueron muchos los que ayudaron a otorgar la categoría de acontecimiento al estreno. Entre ellos estuvieron Pedro Almodóvar con su amiga Penélope Cruz, Javier Bardem con su maestro Juan Carlos Corazza, María Asquerino, Aurora Bautista, Berta Riaza, José Carlos Plaza, Tristán Ulloa, María Botto, Silvia Abascal, Esperanza Roy, Concha Velasco, sin faltar políticos como Elena Salgado, ministra de Sanidad, José Antonio Campos, director del Inaem, o la anfitriona política del acto, Alicia Moreno, concejal de las Artes del Ayuntamiento de Madrid.

Más de 70 actores

Todos terminaron en pie aclamando un espectáculo que no sólo traía a un escenario madrileño a actores británicos de primera fila mundial (como Ralph Fiennes, Anton Lesser, Simon Russell Beale y John Shrapnel), cosa que ya ha ocurrido en más ocasiones, sino que se trataba de una macrocoproducción del teatro Español de Madrid con otros prestigiosos coliseos europeos, en la que han intervenido más de 70 actores. Y eso sí que resulta mucho más raro, tal como están las cosas.

La compañía fue agasajada, tras la representación, con una pequeña cena, de la que rápidamente desaparecieron juntos y risueños Pedro Almodóvar, Pe y Ralph Fiennes, pero en la que se pudo palpar la euforia de Deborah Warner y de Mario Gas, director del Español, quien respondía tan sólo con una delatadora sonrisa cuando se le preguntaba si traerá a la Warner a dirigir a su teatro con actores españoles.

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