Andy Cartagena: "Madrid te lo puede dar todo"
El rejoneador Andy Cartagena (Benidorm, 1980) ha actuado nueve tardes en Las Ventas y ha salido cuatro veces por la puerta grande. Además, viene de triunfar en la reciente Feria de Abril, donde ha abierto la puerta del Príncipe. Asegura que tiene la moral por las nubes. Mientras llega la hora de salir al ruedo madrileño se dedica a un duro entrenamiento para que su cuadra de caballos esté a punto para la cita isidril.
"Madrid es una responsabilidad muy grande", afirma Cartagena, "pero, al mismo tiempo, muy bonita, porque te lo puede dar todo: moral, que es imprescindible, categoría, ilu...
El rejoneador Andy Cartagena (Benidorm, 1980) ha actuado nueve tardes en Las Ventas y ha salido cuatro veces por la puerta grande. Además, viene de triunfar en la reciente Feria de Abril, donde ha abierto la puerta del Príncipe. Asegura que tiene la moral por las nubes. Mientras llega la hora de salir al ruedo madrileño se dedica a un duro entrenamiento para que su cuadra de caballos esté a punto para la cita isidril.
"Madrid es una responsabilidad muy grande", afirma Cartagena, "pero, al mismo tiempo, muy bonita, porque te lo puede dar todo: moral, que es imprescindible, categoría, ilusión, y, sobre todo, la satisfacción de triunfar en la plaza más importante del mundo".
Dice que vive apasionadamente su profesión y que dedica todo el día a sus caballos con el único objetivo de que estén preparados para el máximo nivel de exigencia. "Tengo una cuadra muy buena", asegura, "que está viviendo un momento de plenitud, y que colabora estrechamente conmigo en la buena racha profesional que estoy viviendo".
A Cartagena le gusta el rejoneo clásico, pero no desdeña la espectacularidad. "Me gusta la improvisación", dice, "y amoldar mi toreo a las circunstancias del toro y de la plaza en cada momento".
Su tío Ginés Cartagena, ya fallecido, es su referente, y de él aprendió las normas básicas que rigen el toreo a caballo. "Es bueno aprender de otros", añade el rejoneador, "pero creo que cada cual debe tener su propia personalidad y ofrecer al público lo que lleve dentro, su forma de concebir este espectáculo".
No tiene duda de que el rejoneo "vive un momento extraordinario, con una gran aceptación por parte de público y mucha competencia entre nosotros mismos". Y no le preocupa que pocos espectadores entiendan: "Cuando hay emoción", afirma, "no hace falta entender". Recuerda con orgullo su triunfo en la Maestranza el pasado 17 de abril, y dice tenerlo claro: "Mi objetivo es la puerta grande".