25 años en el trono de Holanda

Poco dada a los excesos, Beatriz de Holanda asistió con algo de timidez el pasado fin de semana a las fiestas que conmemoraron sus 25 años en el trono. Esta vez, el 30 de abril, denominado Día de la Reina, se ha convertido en una sucesión de homenajes oficiales y públicos que llevaron a la soberana del Parlamento de La Haya al barrio de la playa de Scheveningen. Y de las orquesta juveniles en la calle a un concierto en toda regla. Durante la parte más institucional, organizada en la denominada Sala de los Caballeros, el Gobierno agradeció a Beatriz de Orange su ponderación. En las calle...

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Poco dada a los excesos, Beatriz de Holanda asistió con algo de timidez el pasado fin de semana a las fiestas que conmemoraron sus 25 años en el trono. Esta vez, el 30 de abril, denominado Día de la Reina, se ha convertido en una sucesión de homenajes oficiales y públicos que llevaron a la soberana del Parlamento de La Haya al barrio de la playa de Scheveningen. Y de las orquesta juveniles en la calle a un concierto en toda regla. Durante la parte más institucional, organizada en la denominada Sala de los Caballeros, el Gobierno agradeció a Beatriz de Orange su ponderación. En las calles de Scheveningen, donde se congregaron unas 100.000 personas, hubo menos formalidad. Los holandeses suelen vestirse de naranja, el color de su monarquía, el 30 de abril y cada año logran superarse a sí mismos en cuestión de accesorios. Esta vez se llevó la palma un pañuelito estampado con unos vistosos flecos. Tampoco faltaron las tradicionales coronas hinchables, atributo indispensable para desear con propiedad larga vida a la soberana. En la entrevista que ésta concedió a la televisión nacional (NOS), admitió que cada generación debe revisar conceptos que parecían asumidos, como la tolerancia. Una reflexión que parece encontrar eco entre los ciudadanos, un 60% de los cuales considera a Beatriz de Holanda una buena reina, aunque algo distante.

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