Compromiso oficial de la princesa Sayako

La única hija y vástago menor de los emperadores de Japón, la princesa Sayako, se comprometió formalmente el sábado con el urbanista de Tokio, el plebeyo Yoshiki Kuroda, en una ceremonia privada de 15 minutos, la primera de una serie que concluirá con la boda, en una fecha aún no fijada tras el verano, que la convertirá también a ella en plebeya. En la residencia imperial, un primo de Kuroda, de 39 años, hizo la petición de mano de Sayako, de 35 años, al gran chambelán de la casa imperial, Toshio Yuasa, a quien también entregó dos besugos frescos, tres botellas de vino de ...

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La única hija y vástago menor de los emperadores de Japón, la princesa Sayako, se comprometió formalmente el sábado con el urbanista de Tokio, el plebeyo Yoshiki Kuroda, en una ceremonia privada de 15 minutos, la primera de una serie que concluirá con la boda, en una fecha aún no fijada tras el verano, que la convertirá también a ella en plebeya. En la residencia imperial, un primo de Kuroda, de 39 años, hizo la petición de mano de Sayako, de 35 años, al gran chambelán de la casa imperial, Toshio Yuasa, a quien también entregó dos besugos frescos, tres botellas de vino de arroz (sake) y dos juegos en seda, algunos de los regalos tradicionales en los compromisos de boda en el país asiático. En Japón, el besugo es considerado símbolo de buen augurio y por ello se suele dar como ofrenda en las peticiones de mano. El sake y la seda son dos regalos tradicionales. Yuasa informó después al emperador Akihito y a la emperatriz Michiko, que estaban en otra sala con Sayako, de la propuesta de petición de mano y los padres dieron su aprobación a los esponsales, los primeros de un descendiente directo de un emperador japonés tras los de la princesa Takako, la quinta hija del ya fallecido Hirohito, en 1960, por los que también ella perdió su condición imperial y tuvo que abandonar el palacio tras la boda. La familia imperial envió también un mensajero a la casa de Kuroda en Tokio, en el céntrico y popular barrio de Shibuya, con otros dos besugos frescos y tres botellas de sake, pero en lugar de juegos de seda, de lana, también un presente tradicional. Sayako, conocida popularmente como princesa Nori, indicó en un comunicado tras el fin del antiguo ritual, llamado nosai no gi, su "profunda gratitud a los emperadores por bendecirnos y por haber permitido que la ceremonia se celebrase sin problemas", lo mismo que hizo de forma separada Kuroda, con quien ya ha comenzado a buscar un apartamento en el que vivir tras los esponsales.-

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