Crítica:LA LIDIA

Aburrimiento en Castellón

A la corrida de Torrestrella, en general bien hecha, que inició la Feria de Castellón le sobró bondad y le faltó emoción. La tarde, además, pesó demasiado. Faenas muy largas. Unas con poco sentido; otras, sin ninguno. De esos seis toros de Torrestrella, el segundo, por juego, fue el más fiel a la casa. Bajo y descolgado siempre, tuvo largo y cálido recorrido. La faena de Javier Conde, más estética que profunda, superficial. Los cinco restantes, cortados bajo el mismo patrón. Sólo tercero y sexto algo más díscolos. A Jesulín le vinieron cortos sus dos toros. En ambos, faenas largas en exceso. ...

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A la corrida de Torrestrella, en general bien hecha, que inició la Feria de Castellón le sobró bondad y le faltó emoción. La tarde, además, pesó demasiado. Faenas muy largas. Unas con poco sentido; otras, sin ninguno. De esos seis toros de Torrestrella, el segundo, por juego, fue el más fiel a la casa. Bajo y descolgado siempre, tuvo largo y cálido recorrido. La faena de Javier Conde, más estética que profunda, superficial. Los cinco restantes, cortados bajo el mismo patrón. Sólo tercero y sexto algo más díscolos. A Jesulín le vinieron cortos sus dos toros. En ambos, faenas largas en exceso. Saludó en el primero y cortó una oreja, tras dos avisos, en el cuarto. La faena de Conde al quinto aparentó más al final. Pero sólo eso. Dio la vuelta en éste y saludó en el segundo. En los dos, tras oír un aviso. Manzanares, ligero en sus dos toros, no terminó de acoplarse con ninguno. Le silenciaron en ambos y escuchó, además, un aviso en el sexto.

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