"Tres colores: Azul", en el ciclo de cine de la UPNA
La película francesa "Tres colores: Azul", del director polaco afincado en París Krzysztof Kieslowski, es el título que se proyecta esta semana dentro del Ciclo de Cine "De la A a la Z" de la Universidad Pública de Navarra (UPNA).
La proyección tendrá lugar en los cines Saide Olite en dos sesiones, la primera, hoy a las ocho de la tarde, presentada por el crítico Ramón Herrera, y la segunda, el miércoles 19, a las diez y media de la noche.
El ciclo está organizado por el Vicerrectorado de Estudiantes y Extensión Universitaria de la UPNA en colaboración con los cines Saide y Caja ...
La película francesa "Tres colores: Azul", del director polaco afincado en París Krzysztof Kieslowski, es el título que se proyecta esta semana dentro del Ciclo de Cine "De la A a la Z" de la Universidad Pública de Navarra (UPNA).
La proyección tendrá lugar en los cines Saide Olite en dos sesiones, la primera, hoy a las ocho de la tarde, presentada por el crítico Ramón Herrera, y la segunda, el miércoles 19, a las diez y media de la noche.
El ciclo está organizado por el Vicerrectorado de Estudiantes y Extensión Universitaria de la UPNA en colaboración con los cines Saide y Caja Navarra y se celebra entre los meses de octubre a mayo de 2005, una nueva edición en la que el programa consta de 23 películas significativas de la historia del cine, cuyas proyecciones son en versión original, con intertítulos en castellano.
El precio de una sesión es de 4,5 euros para el público en general y de 3,5 euros para los miembros de la comunidad universitaria, aunque existe un abono de diez sesiones para los miembros de la comunidad universitaria y otro para el resto del público.
En cuanto a la película de esta semana, las mismas fuentes explican que, afincado en París y tras "La doble vida de Verónica" (1991), el polaco Kieslowski dirigió la llamada "trilogía de la bandera francesa", a la que debe buena parte de su prestigio como cineasta.
En "Tres colores: azul" (1992) exploró la tragedia de una joven viuda obligada a encarar de nuevo la vida; en "Tres colores: blanco" (1993) dio una visión en clave de "thriller" sobre la nueva Polonia postcomunista; y en "Tres colores: rojo" (1993) analizó la relación que se establece entre un maduro juez y una modelo.
Cada una de estas historias ilustra un concepto de la Revolución francesa (libertad, igualdad y fraternidad) y fueron premiadas, respectivamente, con el León de Oro en Venecia 1993, el Oso de Plata en Berlín 1994 y con una candidatura al Oscar.