La Royal Shakespeare aporta su sabiduría a los autores españoles

La compañía británica estrena en Madrid cuatro montajes dedicados al Siglo de Oro

Es una de las compañías teatrales más importantes del mundo. Aun así, actores y directores de la Royal Shakespeare Company (RSC) confesaron ayer estar aterrados por estrenar en España, y más concretamente en el teatro Español, donde nacieron tantos dramaturgos de la literatura clásica, su ciclo dedicado a autores españoles del Siglo de Oro. Desde hoy y hasta el 31 de octubre se verán dentro del Festival de Otoño cuatro montajes con textos de Lope de Vega, Cervantes, Tirso de Molina y sor Juana Inés de la Cruz.

Hoy y mañana estará El perro del hortelano ...

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Es una de las compañías teatrales más importantes del mundo. Aun así, actores y directores de la Royal Shakespeare Company (RSC) confesaron ayer estar aterrados por estrenar en España, y más concretamente en el teatro Español, donde nacieron tantos dramaturgos de la literatura clásica, su ciclo dedicado a autores españoles del Siglo de Oro. Desde hoy y hasta el 31 de octubre se verán dentro del Festival de Otoño cuatro montajes con textos de Lope de Vega, Cervantes, Tirso de Molina y sor Juana Inés de la Cruz.

Hoy y mañana estará El perro del hortelano (The dog in the manger), de Lope de Vega, con dirección de Laurence Boswell, quien además es responsable de la idea de este ciclo que, por primera vez en la historia de la RSC, esta compañía dedica a dramaturgos del Siglo de Oro español.

Los días 26 y 27 de octubre se representará Los empeños de una casa (House of desires), de sor Juana Inés de la Cruz, una deliciosa comedia de enredos y amoríos, con dirección de Nancy Meckler. La venganza de Tamar (Tamar's revenge), de Tirso de Molina, una de las obras bíblicas más interesantes del repertorio clásico, se verá, con dirección de Simon Usher, los días 28 y 29. Por último, una de las obras más desconocidas de Cervantes, Pedro de Urdemalas (Pedro, the great pretender), con dirección de Mike Alfreds, estará en el mismo escenario del teatro Español los días 30 y 31 de octubre.

No parece sólo un recurso escénico. Realmente se ve inquietos a los componentes de la RSC por ese curioso sentido de la responsabilidad que les ha sobrevenido por el hecho de estrenar en la patria de los autores que han elegido esta temporada, y además hacerlo en el barrio donde muchos de ellos vivieron y en un teatro que en su origen fue el Corral del Príncipe, primer espacio escénico madrileño del siglo XVII.

Boswell, con un nada disimulado nerviosismo de manos, llegó a decir ayer: "Es un momento de gran ansiedad, de muchos nervios; tenemos verdadero terror y al mismo tiempo nos inspira. Para todos nosotros esto es un gran sueño y en mi caso lo arrastro hace 25 años, desde que leí El perro del hortelano, y sólo ahora ha tomado cuerpo esta pasión", señaló, al tiempo que recordaba que este ciclo se estrenó en Stratford (tierra natal de Shakespeare) hace seis meses y ha tenido una gran acogida. "Tendremos que abordar más autores españoles, hemos creado fans y hay que alimentarles la nueva pasión".

David Johnston, hispanista y responsable de la versión del texto de Lope, señaló ayer que el ciclo ha supuesto un salto cualitativo importante en la recepción del teatro del Siglo de Oro: "Sigue vivo y nos enseña mucho, porque el teatro clásico español es rápido, dinámico, no como Shakespeare, que tiene momentos reflexivos, muy pausados, muy británicos, es una gran lección. De toda la literatura dramática que conozco, los españoles son los mejores contadores de historias".

Tanto Boswell como Johnston dicen que los montajes que se presentan en Madrid son el resultado de un cruce de culturas: "No son nuestros autores, pero tampoco los de ustedes", dicen de estas obras, que seleccionaron tras reunir a una serie de hispanistas británicos que escogieron unos cien títulos del teatro clásico español, de los que sobrevivieron 30 tras una primera criba. Hubo 10 obras finalistas. Tras dárselas a leer a diversos directores, y a medida que alguno de ellos se interesaba y sentía la necesidad de montarla, se le adjudicaba. "Lo más apasionante al montarlas fue que no teníamos precursores y creamos todo", concluye Boswell.

Joanna van Kampen y John Stahl, en La venganza de Tamar.ROBERT DAY / ROYAL SHAKESPEARE COMPANY
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