Necrológica:

Joan Oró, investigador del origen de la vida

El científico Joan Oró (Lleida, 1923) falleció ayer en Barcelona víctima de un cáncer diagnosticado hace 14 años. Oró era uno de los científicos más reconocidos internacionalmente por sus aportaciones al estudio de los orígenes de la vida y fue asesor de la NASA. Ayer por la tarde se instaló la capilla ardiente en el Palau de la Generalitat de Barcelona. Hoy se oficiará el funeral en la basílica de Santa María del Mar.

Los Reyes enviaron un telegrama de pésame a Antonieta Juliu, viuda del científico, en el que expresan en nombre de toda la familia real su pesar por la muerte del investi...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

El científico Joan Oró (Lleida, 1923) falleció ayer en Barcelona víctima de un cáncer diagnosticado hace 14 años. Oró era uno de los científicos más reconocidos internacionalmente por sus aportaciones al estudio de los orígenes de la vida y fue asesor de la NASA. Ayer por la tarde se instaló la capilla ardiente en el Palau de la Generalitat de Barcelona. Hoy se oficiará el funeral en la basílica de Santa María del Mar.

Los Reyes enviaron un telegrama de pésame a Antonieta Juliu, viuda del científico, en el que expresan en nombre de toda la familia real su pesar por la muerte del investigador. El presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, destacó que Oró representa por sí mismo "la ciencia catalana" por su dedicación a la investigación, que le valió la medalla de oro de la Generalitat el pasado mes de julio.

Más información

El secretario de Estado de Universidades e Investigación, Salvador Ordóñez, y el científico del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) Jordi Isern, del Instituto de Ciencias del Espacio, coincidieron en resaltar su espíritu inquieto y polifacético. Por su parte, el ex presidente de la Generalitat catalana Jordi Pujol, íntimo conocedor del científico leridano, destacó su contribución al mundo de la ciencia y al hecho de que con su trabajo en Estados Unidos "ayudó a abrir horizontes en Cataluña". También recordó que fue diputado autonómico por CiU en las primeras elecciones democráticas y que tras el triunfo de los nacionalistas catalanes "insistió mucho en que, aunque había otras urgencias, teníamos que empezar a pensar en el desarrollo científico en Cataluña". "Instó a abrir una partida de ciencia, aunque no había dinero ni teníamos competencias", comentó el ex presidente catalán, quien apuntó que, no obstante, se abrió una partida con una aportación "simbólica" de 50 millones de las antiguas pesetas.

Oró era licenciado en Ciencias Químicas por la Universidad de Barcelona y doctor en Bioquímica por la Universidad de Houston. Participó en diversos proyectos de investigación espacial de la NASA, asesoró al Gobierno de Estados Unidos en proyectos como la estación orbital terrestre Freedom, conocida actualmente como Alfa, y fue presidente de la Sociedad Internacional para el Estudio del Origen de la Vida (ISSOL).

Marchó a Estados Unidos en 1952. Desde muy joven se interesó por los problemas del origen de la vida, con investigaciones sobre compuestos orgánicos, habiendo logrado la síntesis prebiótica de varios aminoácidos y de bases púricas y pirimidínicas. Del conjunto de su trayectoria Oró recordaba como momento cumbre el día de Navidad de 1959, cuando, encerrado a oscuras en su laboratorio, descubrió la síntesis de la adenina, una de las moléculas más importantes para la vida. La paradoja de su descubrimiento fue que esta sustancia la sintetizó a partir del ácido cianhídrico, uno de los productos más venenosos.

Sus investigaciones demostraron que determinadas moléculas de los seres vivos se pudieron formar en una Tierra primigenia sin necesidad de tener que buscar una razón externa para explicar el origen de la vida.

El 23 de febrero de 1980 regresó y se estableció en Barcelona para trabajar en la Universidad Autónoma y como director en el Instituto de Biofísica y Neurobiología, si bien conservó su cátedra en Houston.

Razones de tipo científico y familiares le obligaron a regresar a Estados Unidos en 1981 para seguir desarrollando allí su trabajo. Su pasión por la astronomía le daba, según declaraciones propias, tranquilidad ante el hecho inevitable de la muerte, "un regreso al polvo de las estrellas".-

Joan Oró.EFE

Archivado En