Recuperar las formas
Entre el paso de los años y la buena mesa, la formas del rey de Suecia, Carlos Gustavo, han relegado al recuerdo la figura que muchos recuerdan disputando el maratón de Vasa en competición con experimentados y más jóvenes esquiadores. Cuando recientemente se le vio en Saint Tropez, disfrutando en la playa de un calor que hasta ahora le ha negado el actual verano sueco, al parecer, algún miembro de la familia le conminó a que adoptara medidas para reducir el volumen de su abdomen. Y teniendo el remedio "en casa" la solución resultó fácil. Su futuro yerno, Daniel Westling, el prome...
Entre el paso de los años y la buena mesa, la formas del rey de Suecia, Carlos Gustavo, han relegado al recuerdo la figura que muchos recuerdan disputando el maratón de Vasa en competición con experimentados y más jóvenes esquiadores. Cuando recientemente se le vio en Saint Tropez, disfrutando en la playa de un calor que hasta ahora le ha negado el actual verano sueco, al parecer, algún miembro de la familia le conminó a que adoptara medidas para reducir el volumen de su abdomen. Y teniendo el remedio "en casa" la solución resultó fácil. Su futuro yerno, Daniel Westling, el prometido de la princesa Victoria, que acaba de inaugurar un nuevo lujoso local en el centro de Estocolmo, recibirá al rey dos veces por semana. Quien "descubrió" a Daniel fue la princesa Magdalena, que no descuida su figura y tiene bien ganada fama de elegante. Ésta, a su vez, se lo recomendó a Victoria, a quien su condición de princesa heredera le impone obligaciones que no le dejan mucho tiempo para el cuidado de su físico. Como es sabido, Daniel no solamente puso "en forma" a Victoria, sino que además conquistó su corazón. Ahora será el propio rey quien se pondrá en manos del especialista entrenador, lo que sin duda contribuirá a familiarizar la relación entre suegro y yerno. Del coste del tratamiento no ha habido mención, pero, teniendo en cuenta que la presencia de Carlos Gustavo en el gimnasio constituirá un gran reclamo para la firma, seguramente será un honor sin honorarios.