FERIA DE SAN FERMÍN

18 heridos en el encierro más peligroso de las fiestas

El sexto encierro de San Fermín dejó en Pamplona un reguero de sangre y el acre olor del miedo y la tragedia. Los toros de Jandilla cornearon a ocho mozos, todos de pronóstico grave pero sin riesgo para su vida, y llevaron a los hospitales a otras 10 personas con traumatismos y fracturas. Esta cifra de heridos es la más importante en los últimos 17 años, lo que certifica la peligrosidad del encierro de ayer. La peor parte se la llevó un conocido corredor, Julen Madina, guipuzcoano de 49 años que corre el encierro de Pamplona desde hace 33, quien sufrió cinco cornadas tras tropezar en uno de l...

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El sexto encierro de San Fermín dejó en Pamplona un reguero de sangre y el acre olor del miedo y la tragedia. Los toros de Jandilla cornearon a ocho mozos, todos de pronóstico grave pero sin riesgo para su vida, y llevaron a los hospitales a otras 10 personas con traumatismos y fracturas. Esta cifra de heridos es la más importante en los últimos 17 años, lo que certifica la peligrosidad del encierro de ayer. La peor parte se la llevó un conocido corredor, Julen Madina, guipuzcoano de 49 años que corre el encierro de Pamplona desde hace 33, quien sufrió cinco cornadas tras tropezar en uno de los montones que se produjeron a la entrada del callejón de la plaza. Esos momentos fueron especialmente trágicos. Uno de los astados del hierro sevillano se cebó en el cuerpo de Madina y lo mantuvo entre sus cuernos durante 22 interminables segundos. Mientras, otro buril colorado también se dedicaba a derrotar contra los corredores caídos en el callejón.

La mañana se presentaba tranquila, con pocos corredores después de las multitudes del fin de semana y con los mozos de casa, conocedores de todos los secretos de esta ancestral tradición. Sin embargo, las previsiones no aguantaron la avidez de sangre de los Jandilla, que desde el primer tramo del recorrido buscaron aviesamente a los corredores barriendo las aceras con sus pitones y lanzando derrotes por doquier.

En la cuesta de Santo Domingo tres de los toros se lanzaron en una alocada carrera dejando detrás a sus hermanos de camada y a los mansos. En este punto, las carreras resultaron muy rápidas y peligrosas, ya que los astados se abrieron en el ancho de la calle y buscaron con sus pitones a los que se refugiaban junto a las paredes laterales de la calle. Un mozo resultó empitonado en Santo Domingo y otros dos tuvieron que ser tratados a causa de diversos traumatismos.

En el Ayuntamiento se repitieron los derrotes y varetazos, así como las cogidas. Uno de los animales resbaló y la manada se empezó a disgregar, lo que resultaría determinante para el desarrollo de la carrera. La velocidad de los toros era extrema y eso se notó en la curva de Mercaderes con Estafeta, donde cuatro de los astados fueron a parar violentamente contra el vallado de seguridad.

Además de Julen Madina, fue corneado el mozo Raúl Jiménez, de quien no se han facilitado más datos. Ambos corredores fueron operados de urgencia en los quirófanos del coso pamplonés y se encuentran fuera de peligro. Junto a Madina y Jiménez, otros heridos de consideración son Iván Nieto, de 25 años y natural de Pamplona, con una cornada de 10 centímetros en su glúteo; Juan Marín, catalán de 24 años, con una cornada en su brazo y axila derecha; Óscar Torrecilla, de 29 años y vecino de Barañain (Navarra), con una herida por asta de toro en su muslo derecho; M. S., neoyorquino de 26 años, herido por asta en el muslo izquierdo; y el francés Ludovico de Carlos, de 24 años, con un puntazo en la rodilla derecha.

Uno de los astados de Jandilla arremete contra un mozo que participaba en el encierro de San Fermín.REUTERS
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