LOS 25 ALCANZAN UN ACUERDO SOBRE EL REPARTO DE PODER EN LA TOMA DE DECISIONES

Europa ya tiene Constitución

Todos los países de la Unión Europea deberán ratificar el texto en un proceso largo y complejo

Europa dio anoche el mayor salto de su historia hacia la unión política al alumbrar una primera Constitución para 455 millones de habitantes de 25 diferentes países. Sólo mes y medio después de la gran ampliación de la UE, los 25 jefes de Estado y de Gobierno aprobaron anoche la que está llamada a ser la ley de leyes en todo el continente. Pese a quedar ensombrecida por los agrios debates para alcanzar el pacto final y para designar al nuevo presidente de la Comisión, la cumbre de Bruselas será recordada para siempre como un hito de la construcción europea. Pasadas las 22.00 horas, los jefes d...

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Europa dio anoche el mayor salto de su historia hacia la unión política al alumbrar una primera Constitución para 455 millones de habitantes de 25 diferentes países. Sólo mes y medio después de la gran ampliación de la UE, los 25 jefes de Estado y de Gobierno aprobaron anoche la que está llamada a ser la ley de leyes en todo el continente. Pese a quedar ensombrecida por los agrios debates para alcanzar el pacto final y para designar al nuevo presidente de la Comisión, la cumbre de Bruselas será recordada para siempre como un hito de la construcción europea. Pasadas las 22.00 horas, los jefes de Estado y Gobierno brindaron con champán en el edifico Justus Lipsius, la sede del Consejo de la UE. España gana más peso que en el proyecto inicial de Constitución.

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Eran las 20.25 cuando Dick Roche, el ministro de Asuntos Europeos de Irlanda, el país que preside la Unión, anunció que había acuerdo. Su primer ministro, Bertie Ahern, acababa de mantener el último confesionario o reunión bilateral con el presidente francés, Jacques Chirac, para explicarle los últimos detalles sobre el nuevo reparto de poder que incluirá la Constitución y que, como a lo largo de los casi 28 meses de negociación, fue hasta el último minuto el gran escollo a superar. El arreglo sólo fue posible gracias a la inclusión de cláusulas y prevenciones que convierten la fórmula en la más farragosa y enrevesada de toda la existencia de la Unión.

Ese nuevo reparto de poder da a España mucho más peso que el que le daba el proyecto constitucional inicialmente, al fijar la doble mayoría para tomar decisiones en el 55% de los Estados y el 65% de la población. A la vez, convierte a Alemania en el país que más peso tendrá en la Unión y rompe la sagrada paridad entre París y Berlín en este terreno.

El presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, se quedó muy cerca de lograr su pretensión de que la combinación fuera 55%-66,6% y optó por hacer esa pequeña concesión, como los demás hicieron otras, en aras del acuerdo final que impidieron en el pasado mes de diciembre los entonces primeros ministros de España y Polonia, José María Aznar y Leszek Miller. Los que crearon los problemas en esta cumbre fueron otros. De entrada, se reprodujo el clásico enfrentamiento entre el eje franco-alemán y Londres.

Bertie Ahern y Jacques Chirac, en primer plano. En segunda fila, de izquierda a derecha, el ministro de Exteriores irlandés, Brian Cowen; Zapatero; el primer ministro esloveno, Anton Rop, y el belga, Verhofstadt. Detrás, Moratinos; la ministra de Exteriores de Luxemburgo, Lydie Polfer, y el ministro belga, Louis Michel. Al fondo, Dimitrij Rupel, ministro de Exteriores esloveno.EFE