Surf en el Cantábrico

La localidad marinera asturiana de Tapia de Casariego abrió el jueves, y hasta el sábado, el Tercer Campeonato de surf, incluido en el circuito del Campeonato del Mundo de esta especialidad de deporte naútico, que consiste en cabalgar las olas. Desde que en 1968 los hermanos australianos Peter y Robert Gulley descubrieran las grandes posibilidades surfistas de las olas de la playa de Tapia, han sido miles los jóvenes que han surcado estas crestas de agua, que, como el propio mar, siempre se recomienzan a sí mismas. Este año se han inscrito 87 participantes (un 30% más que en 2003...

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La localidad marinera asturiana de Tapia de Casariego abrió el jueves, y hasta el sábado, el Tercer Campeonato de surf, incluido en el circuito del Campeonato del Mundo de esta especialidad de deporte naútico, que consiste en cabalgar las olas. Desde que en 1968 los hermanos australianos Peter y Robert Gulley descubrieran las grandes posibilidades surfistas de las olas de la playa de Tapia, han sido miles los jóvenes que han surcado estas crestas de agua, que, como el propio mar, siempre se recomienzan a sí mismas. Este año se han inscrito 87 participantes (un 30% más que en 2003) para competir por los premios (10.000 dólares estadounidenses), de los que el ganador se llevará 2.025 euros. Eric Rebiere, ganador del pasado año, entre la manga de finalistas compuesta también por Eneko Acero, Aritz Aramburu y el australiano Hodei Collazo, ya ha entrado en el top surf, entre los 44 mejores surfistas del mundo. Este año competirá en las mangas oficiales eliminatorias de las mañanas y las no oficiales de las tardes (expresion session y tag-team/equipos de 4), Lucas García, considerado como uno de los mejores surfistas asturianos, junto a las jóvenes promesas locales Pedro Méndez, Borja Alonso y Fufo Villamil, de 14, 14 y 17 años, respectivamente. Se espera que los siete jueces lo tengan difícil para decidir el ganador. El surf atrae turismo a la costa cantábrica y sólo en Tapia el bar Goanna, dos tiendas de este ambiente y el Gulley Brothers Surf Club, mantienen viva la afición durante todo el año, tal como puede verse en la web (netcom.es/goanna/). Los equilibrios de los jóvenes en las tablas, sobre las grandes olas, son un espectáculo que alegra desde 1991 a las cenizas de Peter Gulley, que quiso estar así, para siempre, en la playa de Tapia, su playa, después de su muerte. Otro año más, los surfistas brindarán por él.

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