Reportaje:

Una medalla para Letizia

El príncipe de Asturias y su prometida rezaron ayer ante Jesús de Medinaceli rodeados de miles de fieles

"Toma, hija, esta medalla, que te va a hacer falta", dijo una devota de Jesús de Medinaceli a Letizia Ortiz. La prometida del Príncipe sonrió agradecida el detalle, lo cogió y se lo mostró a su novio, que a su lado le lanzó una mirada cómplice; luego, se guardó el regalo en su bolso negro.

Ayer, don Felipe y Letizia acudieron a las diez de la mañana a la iglesia de Jesús de Medinaceli, en el centro de Madrid, para rezar ante la imagen más venerada todos los viernes del año, y en especial el primero del mes de marzo. "Qué vueltas da la vida... El año pasado, el Príncipe vino sólo a rezar...

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"Toma, hija, esta medalla, que te va a hacer falta", dijo una devota de Jesús de Medinaceli a Letizia Ortiz. La prometida del Príncipe sonrió agradecida el detalle, lo cogió y se lo mostró a su novio, que a su lado le lanzó una mirada cómplice; luego, se guardó el regalo en su bolso negro.

Ayer, don Felipe y Letizia acudieron a las diez de la mañana a la iglesia de Jesús de Medinaceli, en el centro de Madrid, para rezar ante la imagen más venerada todos los viernes del año, y en especial el primero del mes de marzo. "Qué vueltas da la vida... El año pasado, el Príncipe vino sólo a rezar y este año, a punto de casarse", comentaban entre el público un grupo de mujeres que llevaban muchas horas aguardando para besar la imagen y para ver, además, a la pareja. "¿Pero está la Leti?", preguntaba una señora de Jaén un poco rezagada en la larga cola por la que ayer pasaron medio millón de personas. "Sí, ha venido; es más guapa que en la tele", le contestó otra devota de Jesús de Medinaceli mejor situada en la larga espera. "Pues yo me conformo con verla hoy. Ya no vengo a la boda, porque ese día será un follón", añadió. Cuando Letizia pasó cerca de ellas, la más atrevida le pidió: "¿Por qué no sales más? Nos gustaría verte. Nos caes muy bien".

"Parece el día de la boda", comentaron en la primera fila de la iglesia de Jesús de Medinaceli cuando el órgano del templo comenzó a sonar, y el príncipe de Asturias y su prometida se adentraron por la alfombra central. Esta vez no iban del brazo. Él saludaba a la derecha y ella a la izquierda. Don Felipe tuvo que rescatar a Letizia, que en varias ocasiones quedó retenida por docenas de manos.

La pareja rezó ante el Cristo de Medinaceli y luego besó los pies de la imagen. Ya en la sacristía del templo y acompañados por el párroco, Luis Félix Luis, y el vicario provincial, José Luis Aparicio, don Felipe y Letizia recibieron a los miembros de la Congregación de los Hermanos Franciscanos Capuchinos de Madrid, que rigen la basílica donde recibieron como regalo una imagen del Cristo. A la salida del templo, los aplausos se oyeron con más fuerza. Entonces, Letizia ya llevaba en sus manos estampitas, escapularios y medallas... "Que tengas suerte, hija".

El príncipe Felipe y su prometida, Letizia Ortiz, saludan a unos frailes capuchinos.EFE

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