Necrológica:

Ángel Ramón Martínez, ex diputado en la Asamblea de Madrid

Ha muerto Ángel Ramón Martínez, uno de los socialistas más entrañables de la Federación Socialista Madrileña. Después de que ocupara un escaño en la primera Asamblea de Madrid, durante años, con motivo de un debate u otro, todos le veíamos, con sus ojillos chispeantes, nariz, barbilla y sonrisa socarrona, de judío ilustrado. Semblante y talante casaban en Ángel Ramón con uno de sus modos de enfrentarse a la vida: epicúreo, heredado de su tierra riojana de Cameros.

Sin embargo, era madrileño hasta las cachas, con casa en el centro del Madrid de toda la vida, a un paso de Sol. Allí recibí...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Ha muerto Ángel Ramón Martínez, uno de los socialistas más entrañables de la Federación Socialista Madrileña. Después de que ocupara un escaño en la primera Asamblea de Madrid, durante años, con motivo de un debate u otro, todos le veíamos, con sus ojillos chispeantes, nariz, barbilla y sonrisa socarrona, de judío ilustrado. Semblante y talante casaban en Ángel Ramón con uno de sus modos de enfrentarse a la vida: epicúreo, heredado de su tierra riojana de Cameros.

Sin embargo, era madrileño hasta las cachas, con casa en el centro del Madrid de toda la vida, a un paso de Sol. Allí recibía a pocos, y hablaba con su otro modo de enfrentarse a la vida: su pasión por la política socialista, que le llevaba a perseguir dos cosas, no sé muy bien cuál con mayor ahínco: un socialismo transparente y en el que él tuviera digno asiento.

El rasgo más importante de Ángel Ramón era que creía en la palabra cultivada en un cenáculo. Pero no en una palabra secuestrada, sino abierta a todos. Organizaba, incansablemente, las Cenas del Puerta de Toledo, los Debates de la Fundación Fernando de los Ríos, los Encuentros del Ateneo... En sus diversas actividades implicaba a todos aquellos que, por ideas, por responsabilidades o por candidatura, algo pudieran aportar. Y con todos debatía e incluso discutía para, en su mente autodidacta, seguir abriendo sueños.

La última vez que lo vi, ya con la sombra de la muerte en los talones, me habló como siempre, como si nada, de política socialista. Por eso, porque su pasión iba más allá de la vida, todos los socialistas madrileños recordaremos siempre con gran cariño y una sonrisa limpia a Ángel Ramón.

Archivado En