Crítica:ALICANTE | LA LIDIA

Espectáculo en banderillas

Esplá sorteó dos toros dispares de presencia: un primero corto, bajo y construido al revés, y un cuarto, de bella estampa, castaño, bragado y girón. Nada que ver el uno con el otro, mas muy similares de juego. Un inválido el que abrió la corrida y un soseras sin emoción el cuarto. De esta manera, en aquél apenas contó una faena en la que Esplá sólo buscó justificarse. Mientras en el que abrió la segunda parte del festejo, el trabajo del alicantino tampoco pasó de un mero trámite burocrático. Siempre pulcro, aseado y suficiente.

Muchos pies tuvo el segundo en banderillas, aunque gastó to...

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Esplá sorteó dos toros dispares de presencia: un primero corto, bajo y construido al revés, y un cuarto, de bella estampa, castaño, bragado y girón. Nada que ver el uno con el otro, mas muy similares de juego. Un inválido el que abrió la corrida y un soseras sin emoción el cuarto. De esta manera, en aquél apenas contó una faena en la que Esplá sólo buscó justificarse. Mientras en el que abrió la segunda parte del festejo, el trabajo del alicantino tampoco pasó de un mero trámite burocrático. Siempre pulcro, aseado y suficiente.

Muchos pies tuvo el segundo en banderillas, aunque gastó todo su motor en ese tercio. Así, a la muleta llegó mermado, también sin emoción, para que Ferrera, siempre muy cómodo, basara su toreo sobre la izquierda. Escaso de trapío, pero ofensivo y astifino fue el quinto, que no tardó en acusar el fuerte castigo recibido en varas. Llegó berreón a la muleta, que la tomó a pesar de todo muy manejable. Ferrera, muy efectista y animoso, se recreó. Anduvo fácil, sin asumir mayores compromisos.

Lagunajanda, Torero / Esplá, Ferrera, Fandi

Tres toros de Lagunajanda y otros tres, 3º, 4º y 5º, de El Torero. Cortos de trapío y justos de fuerzas. Luis Francisco Esplá: palmas y ovación. Antonio Ferrera: silencio y oreja. El Fandi: oreja y ovación. Plaza de Alicante, 23 de junio. 8ª de feria. Tres cuartos de entrada.

Al buen toro que se lidió en tercer lugar lo cuidó mucho El Fandi. Sin obligarle, dejándolo reposar, lo templó y llevó largo en una primera parte de faena que contó y mucho. Con el toro a menos, la faena, sin perder del todo el hilo, quedó algo frenada. El sexto no tuvo entrega y midió muchas veces a El Fandi. El granadino mostró una cara valerosa y esforzada a costa de algún serio apuro.

En los tres primeros toros los matadores compartieron banderillas y lo hicieron en solitario en los otros. Esplá, Ferrera y Fandi coleccionaron ovaciones, asumieron riesgos y dieron un vibrante espectáculo. El alicantino anduvo más sobrio que sus jóvenes compañeros y se la jugó por los adentros en el cuarto. Ferrera hizo una demostración de facultades físicas y El Fandi, muy variado, enardeció con dos pares al violín.

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