EL PRESIDENTE RUSO, EN ESPAÑA

Putin premia la falta de críticas de Aznar con una relación privilegiada

España mantendrá con Rusia una relación de privilegio como consecuencia de la visita realizada a Madrid por el presidente Vladímir Putin, que concluyó ayer. El Gobierno español se convertirá así en uno de los principales interlocutores de Moscú en la Unión Europea. Putin y el presidente español, José María Aznar, anunciaron, en una comparecencia conjunta, la institucionalización de las relaciones y la celebración de cumbres anuales al máximo nivel. A cambio, Aznar eludió cualquier crítica a la actuación rusa en Chechenia o al acoso que sufre en Moscú la prensa crítica con Putin.

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España mantendrá con Rusia una relación de privilegio como consecuencia de la visita realizada a Madrid por el presidente Vladímir Putin, que concluyó ayer. El Gobierno español se convertirá así en uno de los principales interlocutores de Moscú en la Unión Europea. Putin y el presidente español, José María Aznar, anunciaron, en una comparecencia conjunta, la institucionalización de las relaciones y la celebración de cumbres anuales al máximo nivel. A cambio, Aznar eludió cualquier crítica a la actuación rusa en Chechenia o al acoso que sufre en Moscú la prensa crítica con Putin.

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Putin se enfrentaba ayer en Madrid a una situación incómoda tras la detención el martes, en Moscú, de Vladímir Gusinski, presidente del único grupo de comunicación crítico con el presidente ruso. El tema fue eludido por Aznar, pero el ministro de Exteriores, Josep Piqué, calificó la detención como "un procedimiento judicial normal en cualquier país", asumiendo así las explicaciones dadas por las autoridades rusas. Putin aseguró que la detención de Gusinski le cogió por sorpresa y que, en Rusia, el fiscal general es independiente del Kremlin. Putin hizo lo que pudo, además, para desprestigiar a Gusinski. Afirmó que, en su calidad de residente fiscal en Gibraltar, no paga impuestos en Rusia y que es vicepresidente del Consejo Mundial Judío. "Parece que allí no ha robado nada", dijo. En Moscú, políticos y empresarios denunciaron el encarcelamiento de Gusinski como una persecución política. Putin celebró también ayer una reunión con un nutrido grupo de empresarios españoles, a los que prometió un Estado fuerte que proteja las inversiones extranjeras.