Clase magistral de esquileo

Geminiano Herranz no se podía imaginar cuando empezó como esquilador de ovejas, hace 50 años, que este oficio iba a ser utilizado como atractivo para turistas -una vez que las máquinas eléctricas desplazaron a las tijeras- y que su actividad fuera anunciada como "clase magistral de esquileo". Aunque la demostración la hace sólo con un animal y no con un rebaño completo, a sus 73 años, también dirige el canto de la llamada salve esquiladora, en la versión que el anterior conde de Basocco hizo para sus esquileos en el caserío de Redonda. Todo ello ocurre en la Casa Esquileo de Cabanillas ...

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Geminiano Herranz no se podía imaginar cuando empezó como esquilador de ovejas, hace 50 años, que este oficio iba a ser utilizado como atractivo para turistas -una vez que las máquinas eléctricas desplazaron a las tijeras- y que su actividad fuera anunciada como "clase magistral de esquileo". Aunque la demostración la hace sólo con un animal y no con un rebaño completo, a sus 73 años, también dirige el canto de la llamada salve esquiladora, en la versión que el anterior conde de Basocco hizo para sus esquileos en el caserío de Redonda. Todo ello ocurre en la Casa Esquileo de Cabanillas del Monte (Segovia), la única que queda en pie y en la misma disposición original del más de un centenar que hubo en España, construidas a lo largo del siglo XVIII, donde ejerce como factor Rodrigo Peñalosa Izuzquiza, vizconde de Altamira, miembro de la familia propietaria del inmueble, cuya vivienda anexa está destinada "al señorito que venía a llevar las cuentas", según explica el guía Mariano Vela.-

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