El precio más alto

Los trabaiadores de EL PAIS, reunidos en asamblea, elaboraron la siguiente nota como expresión colectiva de su opinión sobre el atentado terrorísta perpetrado ayer contra este periódico. Dos compañeros nuestros qravísimamente heridos otro herido menos grave es el trágico resultado del atentado terrorista cometido ayer contra EL PAIS. La amenaza terrorista. que planeaba sobre este periódico desde su aparición en mayo de 1976, se ha materializado en el día de ayer, golpeando en la parte más débil de la estructura empresarial: los trabajadores. Nuestros compañeros Juan Antonio Sampedro, Andrés Fr...

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Los trabaiadores de EL PAIS, reunidos en asamblea, elaboraron la siguiente nota como expresión colectiva de su opinión sobre el atentado terrorísta perpetrado ayer contra este periódico. Dos compañeros nuestros qravísimamente heridos otro herido menos grave es el trágico resultado del atentado terrorista cometido ayer contra EL PAIS. La amenaza terrorista. que planeaba sobre este periódico desde su aparición en mayo de 1976, se ha materializado en el día de ayer, golpeando en la parte más débil de la estructura empresarial: los trabajadores. Nuestros compañeros Juan Antonio Sampedro, Andrés Fraguas y Carlos Barranco han sufrido en su propia carne la irracional agresión del terrorismo, siempre, claro en sus propósitos: alimentar el miedo colectivo para impedir la consolidación de la democracia en nuestro país. Pero los terroristas, sea cual sea su color, han errado el tiro. Los trabajadores estamos acostumbrados a soportar el precio más alto de cuantos se pagan en los procesos que tienen como meta la conquista de las libertades y de la justicia; en definitiva,de una sociedad más racional e igualitaria. Los trabajadores de EL PAIS, por mucha que sea nuestra indignación, no estamos asustados. En las reuniones colectivas celebradas a lo largo de la mañana de ayer tomamos la decisión de que nuestro trabajo se desarrollase con normalidad, si cabe con más dedicación y esfuerzo, para que el lector tuviese el máximo de información sobre el criminal atentado que golpeó) ayer a compañeros y sobre la naturaleza y los fines del fenómeno terrorista. Si los terroristas creen que una bomba podrá con nosotros, están muy equivocados, y sólo podemos recordarles la vieja frase que tantas veces ha podido escucharse en las reuniones, asambleas y manifestaciones de la clase trabajadora en España: «Aquí estamos: nosotros no matamos.»