Sarah no quiere molestar

Sarah Ferguson, duquesa de York y ex mujer del príncipe Andrés de Inglaterra, ha decidido no volver a trabajar en el Reino Unido porque no desea molestar a su ex suegra, la reina Isabel II. "No trabajaré en el Reino Unido, se recibiría como que estoy utilizando mi nombre y creo que eso sería lo más descortés que podría hacerle a Su Majestad", dijo Ferguson en una entrevista que publicaba ayer el magazine del tabloide The Mail on Sunday. La duquesa de York, que se divorció en 1992, pero que todavía sigue viviendo con su ex marido y sus dos hijas en la residenc...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Sarah Ferguson, duquesa de York y ex mujer del príncipe Andrés de Inglaterra, ha decidido no volver a trabajar en el Reino Unido porque no desea molestar a su ex suegra, la reina Isabel II. "No trabajaré en el Reino Unido, se recibiría como que estoy utilizando mi nombre y creo que eso sería lo más descortés que podría hacerle a Su Majestad", dijo Ferguson en una entrevista que publicaba ayer el magazine del tabloide The Mail on Sunday. La duquesa de York, que se divorció en 1992, pero que todavía sigue viviendo con su ex marido y sus dos hijas en la residencia de Sunninghill, a las afueras de Londres, está a punto de comenzar un programa de televisión en Nueva York. Con el nombre de Fergie, el mismo por el que es conocida en el Reino Unido, el programa le obligará a viajar al menos una vez por semana a Nueva York. "Son mis hijas las que me han obligado a hacer el programa, porque creen que es estupendo tener a tu madre en Nueva York", explicó la duquesa. Pero ello, afirma en la entrevista, no perjudicará la relación con sus hijas, Beatrice, de 14 años, y Eugenie, de 12, que es, asegura, más fuerte que nunca. "Es complicado vivir con tu ex marido, pero es algo que realmente ha funcionado para las niñas", opinó. Sin embargo, Sarah se ha alquilado recientemente otra casa de tres habitaciones a 8 kilómetros de su residencia habitual, donde pasa parte de su tiempo cuando sus hijas no están en casa. "Es donde voy cuando las niñas se marchan; me gusta porque es mi casa y tengo mis fotos y las cosas que me dejó mi madre", indicó.-

Archivado En