Crítica:PEDRO GUERRA | CANCIÓN

O intuir o deleitar

Dos espectáculos en uno han sido los ofrecidos por el canario Pedro Guerra en la presentación en Madrid de su último disco, Hijas de Eva. El primero incluía precisamente los temas de este disco, reforzados con la proyección en una pantalla de vídeo de diversos testimonios realizados por mujeres de todas las edades y condiciones y referidos al contenido de cada canción. La intención de Pedro en su último álbum es ofrecer su visión acerca de la discriminación que han sufrido y sufren las mujeres en todo el mundo. Una visión reivindicativa y que no esconde las evidencias que el mundo mascu...

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Dos espectáculos en uno han sido los ofrecidos por el canario Pedro Guerra en la presentación en Madrid de su último disco, Hijas de Eva. El primero incluía precisamente los temas de este disco, reforzados con la proyección en una pantalla de vídeo de diversos testimonios realizados por mujeres de todas las edades y condiciones y referidos al contenido de cada canción. La intención de Pedro en su último álbum es ofrecer su visión acerca de la discriminación que han sufrido y sufren las mujeres en todo el mundo. Una visión reivindicativa y que no esconde las evidencias que el mundo masculino y dominante se ha negado siempre a admitir. Pero la puesta en escena con el que Guerra quiso expresarlo resultó, quizá, excesivamente didáctica y puede que las propias posibilidades musicales de Pedro se vieran demasiado ceñidas a ese afán de hacer del todo comprensible su mensaje. Hay riesgo en esta propuesta y el esfuerzo de Pedro es loable, pero a su manifiesto le falta algo de espontaneidad, de chispa, de la magia que envuelve a su forma de interpretar habitual.

Pedro Guerra

Pedro Guerra (voz y guitarra), Luis Fernández (teclados), Marcelo Fuentes (bajo) y Vicente Climent (batería). Palacio de Congresos. Entre 16 y 30 euros. Madrid, viernes 8 de noviembre.

Precisamente, en la segunda parte del concierto el artista cambió lo de instruir por lo de deleitar y, a solas con su guitarra, volvió a enhebrar el hilo dorado con que cose la música a sus poéticas letras, o viceversa. También se despachó a gusto ironizando sobre sucesos que han acaparado la atención informativa esta semana: el accidente de los chicos de OT o la situación vivida hace unos días por Alaska, entre otros. En relación a la polémica sufrida por la cantante, Pedro acuñó un pensamiento de los que, por lo menos, dan que pensar: no hay que caer en el método Bush y decir 'o estás con nosotros o estás con el top manta'. Todo esto lo dijo para presentar las canciones que interpretaba, primero solo y luego con un trío de acompañantes musicales de lujo. Temas magníficos como El marido de la peluquera, Gente sola, Daniela, Moreno, Niños o el clásico Contamíname, con el que cerró el segundo bis de la actuación. Los espectadores, que habían agotado las localidades, respondieron con aplausos la primorosa labor de este cantante y autor que ya ha pasado la fase crítica de los tres primeros elepés y, sin embargo, sigue demostrando que todavía le queda arte para más discos.

Pedro Guerra.EFE
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