Entrevista:ERNEST MARTÍNEZ IZQUIERDO | Director de la Orquesta Sinfónica de Barcelona

'Si hay enfrentamientos entre los músicos y yo, todos perderemos'

El nombramiento, el pasado mes de abril, de Ernest Martínez Izquierdo (Barcelona, 1962) como director de la Orquesta Sinfónica de Barcelona y Nacional de Catalunya (OBC) para los próximos cuatro años, en sustitución del estadounidense Lawrence Foster, puso en jaque la estabilidad del conjunto sinfónico barcelonés al topar con la oposición radical de parte de los músicos, que no consideraron al nuevo director -titular también de la Orquesta Pablo Sarasate de Pamplona y con una carrera fuertemente marcada por la música contemporánea- 'capacitado' para asumir el cargo por 'su falta de experiencia...

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El nombramiento, el pasado mes de abril, de Ernest Martínez Izquierdo (Barcelona, 1962) como director de la Orquesta Sinfónica de Barcelona y Nacional de Catalunya (OBC) para los próximos cuatro años, en sustitución del estadounidense Lawrence Foster, puso en jaque la estabilidad del conjunto sinfónico barcelonés al topar con la oposición radical de parte de los músicos, que no consideraron al nuevo director -titular también de la Orquesta Pablo Sarasate de Pamplona y con una carrera fuertemente marcada por la música contemporánea- 'capacitado' para asumir el cargo por 'su falta de experiencia'. Mañana, Martínez Izquierdo se enfrenta a su primer concierto como titular de la OBC en el Auditorio de Barcelona, en una primera temporada en la que sólo dirigirá tres programas. Las turbulentas aguas de la pasada primevera se han calmado, pero el clima de expectación es grande. 'Sé que he de salir a demostrar que valgo para el cargo, pero sería muy injusto que sólo se me juzgara por este primer concierto', afirma el director, reconociendo que siente sobre él el 'peso de la responsabilidad'.

'Soy un director que está creciendo y no tengo la experiencia de alguien de 60 años'
'No voy a dirigir obras de compositores con los que no me siento identificado'

Pregunta. Las relaciones de los músicos de la OBC con sus directores han sido, desde hace décadas, turbulentas. Plagadas de enfrentamientos y conflictos al principio y sólo cuando han terminado el odio se ha convertido en un apasionado romance. ¿Cree que a usted le pasará lo mismo?

Respuesta. Me puede pasar. Pero las cosas hay que relativizarlas. En mi caso sí ha habido un momento, el de mi nombramiento, en que hubo una reacción contraria de una parte de los músicos, pero eso ya es el pasado. Cuando acepté ser director de la OBC tenía muy claro que debía olvidar todo aquello. Me tomo las cosas de forma positiva, sin ánimo de vengaza. Actualmente estoy hablando individualmente con todos los músicos y la acogida es positiva, nadie ha hecho que me sentiera mal. Ésta es una nueva etapa, todos lo tienen claro, y si hay enfrentamientos entre los músicos y yo, todos acabaremos perdiendo.

P. Cuando se hizo público su nombramiento, los responsables de la Generalitat de Cataluña y el Ayuntamiento de Barcelona, de la que depende la orquesta, le calificaron como 'una apuesta valiente'. ¿Llamarle apuesta valiente significa que es usted un riesgo?

R. Intuyo que lo dijeron porque la OBC lleva casi 20 años sin tener un director catalán como titular, el último fue Antoni Ros Marbà. La verdad, esto no facilita las cosas, porque la gente te ve como algo cotidiano, conocido, sin esa aureola que se da a todo lo que viene de fuera. Además, tener sólo 40 años tampoco juega a mi favor. Soy un director que todavía está creciendo, no tengo la experiencia de alguien con 60 años, y por si ello fuera poco, vengo de la música contemporánea, tengo una personalidad nada convencional e incluso no visto como la mayoría de los directores de orquesta sobre un escenario. En fin, no respondo a los arquetipos de un director de orquesta al uso. Eso hace que mi elección pueda ser calificada como 'una apuesta valiente'.

P. En su contra, la orquesta esgrimió cuando le nombraron que usted es un director especializado en música contemporánea al que le falta buena parte del repertorio tradicional de una orquesta sinfónica.

R. La música es algo muy amplio que no se puede reducir a un siglo de producción y a un reducido número de compositores, como Mozart, Haydn, Beethoven, Schubert, Brahms, Wagner y Mahler. Para mí la música es mucho más amplia, con compositores en todo el planeta. Una orquesta no puede limitarse a un espacio geográfico y a un periódico histórico determinado. Quiero que la OBC sea una orquesta moderna, y entiendo por moderna una orquesta flexible que pueda abarcar muchos tipos de repertorios. Uno de los proyectos para el próximo año es que la OBC participe en el Festival Sonar. Esto nos abrirá puertas y nos traerá a público que nada tiene que ver con el tradicional.

P. Pero el repertorio tradicional es lo que busca la mayor parte del público y es en el que usted tiene menos experiencia.

R. Es muy difícil que un director de orquesta pueda abarcarlo todo. Existe la especialización. Yo tengo más experiencia en la música contemporánea, porque empecé mi carrera a la inversa, primero por la música del siglo XX, pero sólo tengo 40 años y mucho tiempo por delante para ampliar mi repertorio. Me he introducido ya en el repertorio del siglo XVIII, el del clasicismo, desde que en 1997 fui nombrado director de la Oquesta Pablo Sarasate. Es cierto que he trabajado poco el repertorio romántico y posromántico, pero tengo claro que no voy a ponerme en camisa de once varas dirigiendo obras de compositores con los que no me siento tan identificado. Sé cuáles son mis limitaciones, aunque eso no significa que no lo pueda hacerlo. Sinceramente, no creo que esta parte del repertorio sea lo mejor de mí, por ahora.

El director de orquesta Ernest Martínez Izquierdo.JOAN SÁNCHEZ
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