Crónica:LAS VENTAS | LA LIDIA

Buen tiempo y una de tantas

En deliciosa tarde, como veranillo de san Miguel conocida, salió en Las Ventas una desigual novillada de Pío Tabernero de Vilvis, bien presentada, de juego desigual, y dos sobreros de Navalrosal, el 5º con genio y el 6º encastado.

Quien obtuvo mejores resultados fue Luis González, que se llevó una oreja, tras saludar de rodillas con apuros a su primero a porta gayola, y por una faena templadilla e irregular. Pero gracias a una aparatosa voltereta, cuando se adornaba por manoletinas, y a la efectiva estocada final, se llevó un premio concedido con excesiva facilidad. En su segundo estuvo...

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En deliciosa tarde, como veranillo de san Miguel conocida, salió en Las Ventas una desigual novillada de Pío Tabernero de Vilvis, bien presentada, de juego desigual, y dos sobreros de Navalrosal, el 5º con genio y el 6º encastado.

Quien obtuvo mejores resultados fue Luis González, que se llevó una oreja, tras saludar de rodillas con apuros a su primero a porta gayola, y por una faena templadilla e irregular. Pero gracias a una aparatosa voltereta, cuando se adornaba por manoletinas, y a la efectiva estocada final, se llevó un premio concedido con excesiva facilidad. En su segundo estuvo valiente y guerrero. Le echó coraje.

Jarocho (silencio en ambos) no tuvo mucha suerte. Porfió en su primero, y se le fue su segundo, un novillo encastado y de tranco natural. Y Jesuli de Torrecera (silencio y saludos) manejó con buena voluntad y maneras, capote y muleta en sus dos novillos, y pintó muletazos lucidos en las postrimerías del cuarto.

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