Crónica:FERIA DE XÀTIVA | LA LIDIA

Lluvia de orejas

Una corrida que no terminó de entregarse, pero una corrida, en fin, propicia para el espectáculo. Para el espectáculo que se quería desde el tendido, se entiende. Ese remate de entrega que le faltó al lote de Nazario Ibáñez lo pusieron los toreros, por lo que el equilibrio entre éstos y los toros quedó saldado. El segundo de Ferrera, por ejemplo, fue un cóctel de bravuconería, genio y violencia.

Las dos faenas de Pepín Liria tuvieron buena concepción. Mezclando buen gusto, arrojo y profundidad. De las dos faenas de Ferrera, la del quinto tuvo mayor mérito. Asentó las zapatillas en una f...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Una corrida que no terminó de entregarse, pero una corrida, en fin, propicia para el espectáculo. Para el espectáculo que se quería desde el tendido, se entiende. Ese remate de entrega que le faltó al lote de Nazario Ibáñez lo pusieron los toreros, por lo que el equilibrio entre éstos y los toros quedó saldado. El segundo de Ferrera, por ejemplo, fue un cóctel de bravuconería, genio y violencia.

Las dos faenas de Pepín Liria tuvieron buena concepción. Mezclando buen gusto, arrojo y profundidad. De las dos faenas de Ferrera, la del quinto tuvo mayor mérito. Asentó las zapatillas en una faena muy ajustada. El Fandi sólo pudo porfiar con el tercero, y se peleó valiente con el que cerró plaza.

En banderillas, tanto Ferrera como El Fandi derrocharon facultades, aunque en esta ocasión estuvieron irregulares en la ejecución de sus respectivos segundos toros. Una fiesta generosa.

Archivado En