Botín completa su control del SCH con el relevo de la cúpula
Sáenz ocupa el puesto de Corcóstegui y Ana Patricia Botín preside Banesto
El presidente del Santander Central Hispano, Emilio Botín, dio ayer el paso definitivo para tomar el control absoluto del banco tras la crisis de poder con los antiguos responsables del BCH que vivió durante el pasado año. Esa crisis supuso la salida anticipada del copresidente José María Amusátegui el pasado agosto y ha forzado a presentar la dimisión al vicepresidente primero y consejero delegado, Ángel Corcóstegui, que fue aprobada ayer por un consejo de administración extraordinario.
Botín ha aprovechado la marcha de Corcóstegui, cuya labor ha alabado en varias ocasiones recientemen...
El presidente del Santander Central Hispano, Emilio Botín, dio ayer el paso definitivo para tomar el control absoluto del banco tras la crisis de poder con los antiguos responsables del BCH que vivió durante el pasado año. Esa crisis supuso la salida anticipada del copresidente José María Amusátegui el pasado agosto y ha forzado a presentar la dimisión al vicepresidente primero y consejero delegado, Ángel Corcóstegui, que fue aprobada ayer por un consejo de administración extraordinario.
Botín ha aprovechado la marcha de Corcóstegui, cuya labor ha alabado en varias ocasiones recientemente, para redefinir la estructura de la cúpula. El nuevo consejero delegado, Alfredo Sáenz, se encargará del negocio en España y Europa; Ana Patricia Botín, de Banesto, entidad que Sáenz reflotó tras ser intervenida por el Banco de España en 1993; Luzón refuerza su poder en el área latinoamericana y despachará directamente con Botín, y Matías Rodríguez Inciarte continuará como responsable de la gestión de riesgos desde la vicepresidencia tercera. Jaime Botín pasa a ser vicepresidente primero.
Los cambios vienen a culminar el proceso de fusión. Pero, además, marcan claramente la línea sucesoria: sitúa a Jaime Botín como segundo, y recupera a Ana Patricia Botín para la línea ejecutiva, que abandonó hace tres años como consecuencia del primer conflicto de poder que vivió la entidad.