EL PRECIO DE SER GUAPA PRINCESA
La princesa Madeleine de Suecia, hermana menor de Victoria, la heredera del trono, se ha visto obligada a dejar Londres, donde residía desde el pasado octubre, a causa del asedio de los fotógrafos de diversas publicaciones del corazón, que ya destacaron su belleza en la boda del príncipe Haakon de Noruega con Mette-Marit. La información fue confirmada por la responsable de prensa de la Casa Real, Elisabeth Tarras Walhberg, quien manifestó que 'la princesa había llegado a sentirse realmente perseguida por los fotógrafos, llegando al extremo de que no podía pon...
La princesa Madeleine de Suecia, hermana menor de Victoria, la heredera del trono, se ha visto obligada a dejar Londres, donde residía desde el pasado octubre, a causa del asedio de los fotógrafos de diversas publicaciones del corazón, que ya destacaron su belleza en la boda del príncipe Haakon de Noruega con Mette-Marit. La información fue confirmada por la responsable de prensa de la Casa Real, Elisabeth Tarras Walhberg, quien manifestó que 'la princesa había llegado a sentirse realmente perseguida por los fotógrafos, llegando al extremo de que no podía poner un pie fuera de la puerta de su casa sin que se encontrara con una cámara frente a su rostro'. Parece que el asunto llegó a tales extremos que Madeleine decidió volver a casa, no se sabe si definitiva o provisionalmente. La princesa aprobó el examen de bachiller el pasado verano en medio de grandes festejos, como es costumbre en el país, y desde octubre se había trasladado, junto con una amiga, a Londres con la intención de perfeccionar sus conocimientos en la lengua inglesa. Entre clase y clase, algunas revistas publicaron fotografías que la mostraban en una apasionada relación con un joven compatriota. Madeleine, de 19 años, menos extrovertida que su hermana Victoria, ha concitado la atención -que a veces ha tomado la forma de persecución- de las publicaciones 'especializadas' en la vida de los famosos. También Victoria, años atrás, tuvo que trasladarse a Nueva York para eludir el asedio periodístico, cuando padecía problemas de anorexia.-