Crónica:FERIA DE GUADALAJARA

El público se lo traga todo

Estamos viviendo una etapa de la historia de la fiesta en la que el público se traga todo lo que le echen. Sobre todo, lo que más engulle son toros inválidos. Y como así están las cosas, los que manejan esta fiesta podrida y corrupta no paran de soltar toros enclenques en esta feria, en aquélla y en la de más allá.

La última corrida de la feria alcarreña resultó un fracaso rotundo. Los toreros se hundieron en un festejo siniestro por culpa de la invalidez de los toros. Una invalidez que nadie protestó. El primer toro, que además de tullido era una mona, se derrumbó tras el único puyazo ...

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Estamos viviendo una etapa de la historia de la fiesta en la que el público se traga todo lo que le echen. Sobre todo, lo que más engulle son toros inválidos. Y como así están las cosas, los que manejan esta fiesta podrida y corrupta no paran de soltar toros enclenques en esta feria, en aquélla y en la de más allá.

La última corrida de la feria alcarreña resultó un fracaso rotundo. Los toreros se hundieron en un festejo siniestro por culpa de la invalidez de los toros. Una invalidez que nadie protestó. El primer toro, que además de tullido era una mona, se derrumbó tras el único puyazo que recibió y volvió a derrumbarse, en espectaculares costaladas, después de cada par de banderillas que Esplá le colocó. Pues, aun así, el público aplaudió al diestro, sin importarle un pito que el pobre animal anduviera por los suelos.

Dehesilla / Esplá, Finito, Mora

Cinco toros de La Dehesilla, chicos, inválidos y mansos en general. 6º, con presencia, bien armado. 2º, de José Luis Pereda, discreto, manso e inválido. Luis Francisco Esplá: media tendida, pinchazo y media desprendida (palmas y saludos); dos pinchazos y estocada honda delantera (silencio). Finito de Córdoba: dos pinchazos, estocada corta caída y cinco descabellos (silencio); estocada ida, descabello -aviso-, cuatro descabellos y se echa el toro (silencio). Eugenio de Mora: metisaca, dos pinchazos, estocada honda delantera caída -aviso-, descabello y se echa el toro (silencio); tres pinchazos y media estocada (silencio). Plaza de Guadalajara, 16 de septiembre. 5ª y última corrida de feria. Cerca del lleno.

Esplá, en la faena de muleta, supo dar al toro el tratamiento lidiador que le correspondía. Pases por alto con dulzura, para llevárselo a los medios, y derechazos ligeros y a media altura, dejando que el toro fuera a su aire, sin forzarlo. Todo muy aburrido, claro, porque cuando falta la emoción estas cosas no hay quien las aguante.

El cuarto toro salió abanto y enseguida empezó a dar muestras de invalidez. Esta vez protestó una minoría y Esplá tomo la decisión de no poner banderillas. Y como en la muleta, a pesar de las precauciones y la media altura volvió a caerse, tras unos pases por bajo, suaves y con mando, prodigio de su excelente técnica lidiadora, lo mandó a las praderas celestes.

El público salió del festejo creyendo que Finito de Córdoba y Eugenio de Mora habían fracasado y se les arrojó almohadillas cuando abandonaban la plaza. Pero ninguno de los dos pudo hacer más de lo que intentaron. El primero se las vio con un toro difícil que cortó terreno en banderillas y llegó revolviéndose y sin recorrido a la muleta. Finito le dio medios pases hasta que se dio cuenta de que nada se podía hacer. El quinto tuvo también algunos problemas: era un manso que, siempre con la cara alta, huía de las suertes. Al final, fue imposible bajarle la cabeza.

Tampoco tuvo recorrido el primer toro de Eugenio de Mora, que además resultó incierto y mirón. Quiso hacerle faena a base de recursos ratoneros, pero ni aun así. Con el que cerró la corrida y la feria, un inválido que se defendía a cabezazos, estuvo el toledano por encima de su enemigo, sobre todo cuando consiguió llevarlo toreado con la mano derecha.

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