El hijo de Mas Canosa, acusado en Miami de llevarse el dinero de Sintel

Una demanda presentada en Miami (EE UU), y aceptada por la juez, sostiene que Jorge Mas Santos, hijo del empresario anticastrista Jorge Mas Canosa, urdió una trama con la que se embolsó de forma fraudulenta al menos 1.200 millones de pesetas de Sintel, la antigua filial de Telefónica, que acabó en la quiebra en mayo de este año. La demanda detalla con documentos la maraña de sociedades internacionales y transferencias bancarias que sirvieron para vaciar Sintel.

Sintel fue vendida en 1996 por Telefónica a Mas Canosa, en una operación que los sindicatos siempre consideraron ...

Una demanda presentada en Miami (EE UU), y aceptada por la juez, sostiene que Jorge Mas Santos, hijo del empresario anticastrista Jorge Mas Canosa, urdió una trama con la que se embolsó de forma fraudulenta al menos 1.200 millones de pesetas de Sintel, la antigua filial de Telefónica, que acabó en la quiebra en mayo de este año. La demanda detalla con documentos la maraña de sociedades internacionales y transferencias bancarias que sirvieron para vaciar Sintel.

Sintel fue vendida en 1996 por Telefónica a Mas Canosa, en una operación que los sindicatos siempre consideraron 'opaca y fraudulenta'. La demanda afirma que, en 1999, dos ejecutivos de MasTec Internacional, Ricardo Campos y Juan Antonio Casanova, urdieron una complicada trama con la que transfirieron 1.200 millones de Sintel a cuentas de Jorge Mas Santos. Por aquel entonces, la crisis de Sintel se agravó. En junio de 2000 presentó suspensión de pagos y finalmente, en mayo de este año, quebró. Gran parte de su plantilla (1.808 trabajadores) mantuvo una acampada de protesta en el paseo de la Castellana de Madrid durante seis meses.

Mas Santos niega las acusaciones y afirma que 'no le consta' haber recibido los 1.200 millones que presuntamente desviaron de Sintel los dos ejecutivos. En junio del año pasado, un grupo de accionistas se hizo cargo de MasTec Internacional (propietaria de Sintel) y desplazó de la gestión a Campos y Casanova, que a su vez la habían recibido de Jorge Mas Santos. Acto seguido encargaron una auditoría de la empresa, en la que se descubrieron una serie de operaciones presuntamente irregulares, que han dado pie a la demanda por fraude, conspiración para malversar fondos, latrocinio y enriquecimiento ilícito.