Crónica:FERIA DE MÁLAGA | LA LIDIA

Se dejaron ir los buenos

Los novillos de Aldeaquemada tenían cuajo; algunos, hechuras de toro; y todos casta que, unas veces rompía en bravo y otras renunciaba a la pelea, con variedad de querencias.

Abraham Barragán se enfrentó a un novillo bravo y codicioso al que tenía que haber sometido, justo lo que no hizo; anduvo a la deriva con altibajos sin alcanzar meta alguna. Se había dejado la breva y se agarró al chumbo por las espinas: el cuarto era incierto, tenía poco recorrido y no era proclive a permitir que se le pusieran por delante; hubo voluntad para sacar un partido dudoso de difícil extracción, sin más...

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Los novillos de Aldeaquemada tenían cuajo; algunos, hechuras de toro; y todos casta que, unas veces rompía en bravo y otras renunciaba a la pelea, con variedad de querencias.

Abraham Barragán se enfrentó a un novillo bravo y codicioso al que tenía que haber sometido, justo lo que no hizo; anduvo a la deriva con altibajos sin alcanzar meta alguna. Se había dejado la breva y se agarró al chumbo por las espinas: el cuarto era incierto, tenía poco recorrido y no era proclive a permitir que se le pusieran por delante; hubo voluntad para sacar un partido dudoso de difícil extracción, sin más.

A juzgar por la actitud y condiciones exhibidas por Sergio Aguilar en el segundo, era difícil saber a qué había venido. Fue un novillo de embestida clara y pastueña, que acabó aburrido del concierto de trapo del matador. Al público le ocurrió lo mismo que al novillo y quedaron en el limbo dos largas cambiadas y una tanda de verónicas de rodillas. El quinto, inválido de bonita lámina, pasó repetidas veces por la cercanía de Aguilar, hasta que lo descubrió y se lo echó a los lomos. La falta de fuerzas, la incertidumbre y la muleta retrasada pusieron peligro donde faltó cabeza y conocimiento. Alguien le debería enseñar a matar.

Aldeaquemada / Barragán, Aguilar, Ortega

Novillos de Aldeaquemada, bien presentados y con casta. Abraham Barragán: tres pinchazos, media estocada -aviso- (ovación y saludos); estocada desprendida (oreja). Sergio Aguilar: tres pinchazos, estocada desprendida (ovación y saludos); pinchazo, media defectuosa -aviso-, descabello (vuelta al ruedo). Joselito Ortega: estocada baja (ovación y saludos); media estocada -aviso-, dos descabellos (ovación y saludos). Plaza de La Malagueta, 6 de agosto. 2ª de abono. Un cuarto de entrada.

El tercer novillo cantó la gallina al salir suelto de la segunda vara y dolerse en banderillas, mientras que el sexto era un toro que rebasaba con mucho el nivel de lo que suelen torear las figuras. Joselito Ortega puso voluntad y valor, que no siempre bastaron para superar las dificultades.

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