GENTE

DOBLE SORPRESA... INGRATA

Ian, de 27 años, añoraba a Amy, de 26, y viceversa, uno en Australia y la otra en el Reino Unido. Ian decidió coger un avión para darle una sorpresa a Amy y viceversa. Resultado: los amantes se cruzaron sin verse en Singapur y volvieron a encontrarse separados por 17.600 kilómetros. Ian Livingstone, contaba ayer la prensa británica, decidió cerrar con un broche de oro la celebración de su quinto aniversario de amores con Amy Dolby pidiéndola en matrimonio. Pero cuando llegó al apartamento de ella en West Yorkshire (norte de Inglaterra) sosteniendo un ramo de flores, una botella d...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Ian, de 27 años, añoraba a Amy, de 26, y viceversa, uno en Australia y la otra en el Reino Unido. Ian decidió coger un avión para darle una sorpresa a Amy y viceversa. Resultado: los amantes se cruzaron sin verse en Singapur y volvieron a encontrarse separados por 17.600 kilómetros. Ian Livingstone, contaba ayer la prensa británica, decidió cerrar con un broche de oro la celebración de su quinto aniversario de amores con Amy Dolby pidiéndola en matrimonio. Pero cuando llegó al apartamento de ella en West Yorkshire (norte de Inglaterra) sosteniendo un ramo de flores, una botella de champán y un anillo de compromiso, la joven llamaba a la puerta de la casa de Ian en Sydney. Agotado por el viaje, dio una cabezadita, de la que le despertó una llamada por teléfono de su novia desde los antípodas. Amy ha contado a los periodistas que pensó que le gastaba una 'broma macabra' el compañero de piso de Ian cuando le explicó dónde estaba éste: 'Cuando me presenté, se quedó blanco'. Los ahorros sólo les llegaron para comprar billetes cerrados, lo que finalmente les ha obligado a ambos a permanecer dos semanas en el lugar del otro. Finalmente ella ha aceptado la propuesta de matrimonio por vía telefónica y la pareja promete que intentarán de nuevo verse en Navidad.