Serrat ingresa en el hospital a causa de una dolencia cardiaca leve

Entre los artistas se suele decir que los homenajes, como las peteneras, traen mal fario, y algo debe haber de eso. Lo que, en la noche de ayer, tenía que haber sido un homenaje festivo y alegre conmemorando el recuerdo del músico Josep Maria Bardagí en el Palau Sant Jordi de Barcelona se vio empañado por la repentina noticia del ingreso hospitalario de Joan Manuel Serrat, motor del acto, que lógicamente no pudo estar en el escenario recordando a su amigo y compañero de tantas giras por el mundo.

Serrat ingresó en la noche del miércoles en el Hospital del Vall d'Hebró aquejado de...

Entre los artistas se suele decir que los homenajes, como las peteneras, traen mal fario, y algo debe haber de eso. Lo que, en la noche de ayer, tenía que haber sido un homenaje festivo y alegre conmemorando el recuerdo del músico Josep Maria Bardagí en el Palau Sant Jordi de Barcelona se vio empañado por la repentina noticia del ingreso hospitalario de Joan Manuel Serrat, motor del acto, que lógicamente no pudo estar en el escenario recordando a su amigo y compañero de tantas giras por el mundo.

Serrat ingresó en la noche del miércoles en el Hospital del Vall d'Hebró aquejado de una dolencia cardiaca leve que, aunque sin plantear ninguna gravedad, impidió al artista acudir al homenaje que él había promovido. Dado que los dos ejes sobre los que se asentaba el acto eran los conciertos del propio Serrat y de Joaquín Sabina, en un primer momento corrió la noticia de la suspensión, pero el propio Serrat desde el hospital expresó su voluntad de que el homenaje se celebrara sin su presencia.

Ante un Palau Sant Jordi lleno, Sabina se convirtió en la estrella de la noche, y Bardagí tuvo que compartir su recuerdo con el del ausente Serrat. La velada, además, de la presencia de Sabina contó con la de Ana Belén, Quico Pi de la Serra y El Tricicle, la dirección escénica de Joan Lluís Bozzo y la presentación de Gran Wyoming acompañado al piano por Reverendo.