Chirac juzga 'extremadamente peligroso' el escudo antimisiles

Berlusconi se suma a Aznar en el respaldo al proyecto de EE UU

En el polo opuesto se situó el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, comprensivo, como José María Aznar, con la iniciativa estadounidense. Berlusconi cree que los cambios en el mundo exigen 'la revisión del sistema de defensa de la OTAN de forma innovadora y creativa'y no considera que el escudo aumente la proliferación de armas.

La mayoría de los dirigentes coincidieron en que la situación mundial ha cambiado y que es necesario estudiar alternativas. El canciller alemán, Gerhard Schröder, se mostró algo más cauto que Chirac y pidió que se aclaren las dudas que suscita el NMD. El...

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En el polo opuesto se situó el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, comprensivo, como José María Aznar, con la iniciativa estadounidense. Berlusconi cree que los cambios en el mundo exigen 'la revisión del sistema de defensa de la OTAN de forma innovadora y creativa'y no considera que el escudo aumente la proliferación de armas.

La mayoría de los dirigentes coincidieron en que la situación mundial ha cambiado y que es necesario estudiar alternativas. El canciller alemán, Gerhard Schröder, se mostró algo más cauto que Chirac y pidió que se aclaren las dudas que suscita el NMD. El proyecto, según Schröder, necesita 'intensas discusiones'. También en clave conciliadora, pero claramente escorado hacia Washington, el primer ministro británico, Tony Blair, justificó la necesidad del escudo: 'Hay Estados altamente inestables que desarrollan arsenales nucleares y tenemos que examinar todas las posibilidades, incluidos los sistemas antimisiles, frente a esa amenaza'. Por su parte, Bush no se desanimó por las críticas de Chirac y otros dirigentes y aseguró haber encontrado 'receptividad'. Bush aseguró que consultará con el presidente ruso, Vladímir Putin, con el que se verá el sábado en Eslovenia. Un motivo suplementario de irritación para Putin será la decisión adoptada ayer en la cumbre según la cual la OTAN admitirá nuevos miembros del Este de Europa e incluso de países de la antigua URSS en la cumbre que la organización atlántica celebrará en Praga en noviembre de 2002.

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