GENTE

BROMA EXPLOSIVA

Tomislav Krstic, cliente de AS, una barra americana de Kragujevac, localidad situada 150 kilómetros al sur de Belgrado, intentaba animar el ambiente lúgubre del garito y no tuvo otra ocurrencia que sujetar una granada de mano en el tanga de Sladjana Bogdanovic cuando ésta se contoneaba junto a su mesa, según informa el diario Novi Ekspres. La bailarina huyó despavorida hacia el camerino con el artefacto prendido de su ropa interior. Interrogado tras el incidente, Krstic se defendió asegurando que tan sólo pretendía gastar una broma. 'Ella bailaba junto a mi mesa cuando dec...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Tomislav Krstic, cliente de AS, una barra americana de Kragujevac, localidad situada 150 kilómetros al sur de Belgrado, intentaba animar el ambiente lúgubre del garito y no tuvo otra ocurrencia que sujetar una granada de mano en el tanga de Sladjana Bogdanovic cuando ésta se contoneaba junto a su mesa, según informa el diario Novi Ekspres. La bailarina huyó despavorida hacia el camerino con el artefacto prendido de su ropa interior. Interrogado tras el incidente, Krstic se defendió asegurando que tan sólo pretendía gastar una broma. 'Ella bailaba junto a mi mesa cuando decidí prenderle la granada. No estaba activada y no habría explotado; sólo quería pasar un buen rato', declaró el guasón al juez de instrucción.-

Archivado En