GENTE

MORIR COMO NOBLE

Sigvard Bernadotte, de 93 años, presentará a la Comisión de Derechos Humanos del Tribunal Europeo una querella contra la Casa Real de Suecia por considerar que lo ha discriminado, y con ello, violado los derechos humanos. La historia se remonta al año 1934, cuando el entonces príncipe Sigvard, hijo del rey Gustavo VI Adolfo y Margareta von Connaught, se enamoró perdidamente de Erica Patzek, hija del comerciante alemán Anton Patzek, al punto de que el 8 de marzo de ese año contrajo matrimonio en Londres. La elección del príncipe desató las iras de su padre, qu...

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Sigvard Bernadotte, de 93 años, presentará a la Comisión de Derechos Humanos del Tribunal Europeo una querella contra la Casa Real de Suecia por considerar que lo ha discriminado, y con ello, violado los derechos humanos. La historia se remonta al año 1934, cuando el entonces príncipe Sigvard, hijo del rey Gustavo VI Adolfo y Margareta von Connaught, se enamoró perdidamente de Erica Patzek, hija del comerciante alemán Anton Patzek, al punto de que el 8 de marzo de ese año contrajo matrimonio en Londres. La elección del príncipe desató las iras de su padre, que pocos días después de la boda le retiró el titulo nobiliario, el pasaporte real y hasta le congeló su cuenta bancaria. Lo curioso de la historia es que Sigvard, cuando tenía 21 años se había enamorado y también había querido casarse con una muchacha burguesa, que además de no tener sangre azul, no tenía muy buenos antecedentes, lo que habia desatado las iras de Gustavo Adolfo, que en castigo lo envió a un largo viaje para que recapacitara y pensara en un futuro de honor para el reino de Suecia. Mientras curaba sus heridas en Berlín, el destino puso al príncipe en contacto con Erica, con las consecuencias ya mencionadas. Desde entonces, Sigvard ha sido como una piedra en el zapato de la Casa Real, con sus reclamos de que se le restituya el título arrebatado. Según él, esto podría hacerlo su sobrino, el actual rey Carlos Gustavo, porque las leyes le autorizan. Éste, al parecer, se ha negado y el principe ahora, con la ayuda de connotados juristas, piensa llevarlo ante el tribunal internacional. 'Nací príncipe y quiero morir siéndolo', dice Sigvard.-

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