Pau Pons,periodista y ex dirigente de la izquierda radical
Pau Pons habría cumplido esta primavera 51 años. Fue, seguramente, uno de los dirigentes más conocidos de la izquierda revolucionaria en Cataluña. Durante su vida de estudiante ingresó en el Front Obrer Català. Era la versión catalana del Felipe, una organización de la que nacieron multitud de colectivos antifranquistas y anticapitalistas en los sesenta. Miles de jóvenes, entre ellos Pau, se sentían protagonistas de su tiempo. Soñaban no sólo con el final de la dictadura, sino con un cambio social profundo. Él lo intentó desde la Liga Comunista Revolucionaria. Ahí empleó a fondo su talento ped...
Pau Pons habría cumplido esta primavera 51 años. Fue, seguramente, uno de los dirigentes más conocidos de la izquierda revolucionaria en Cataluña. Durante su vida de estudiante ingresó en el Front Obrer Català. Era la versión catalana del Felipe, una organización de la que nacieron multitud de colectivos antifranquistas y anticapitalistas en los sesenta. Miles de jóvenes, entre ellos Pau, se sentían protagonistas de su tiempo. Soñaban no sólo con el final de la dictadura, sino con un cambio social profundo. Él lo intentó desde la Liga Comunista Revolucionaria. Ahí empleó a fondo su talento pedagógico. En ese partido estaba muy mal visto el culto al liderazgo, pero cuando llegó la legalización necesitaron personas capaces de comunicar y Pau tenía, entre otras, esa cualidad. Lo demostró también en su vida profesional como productor y periodista. En 1983 empezó a trabajar en TV-3. Años más tarde ocupó cargos de responsabilidad en una agencia de noticias de televisión. Luego trabajó para revistas como El Viejo Topo, El Triangle, El Temps... Tuvo que encajar fuertes batacazos personales y durante estos últimos años sobrellevó como pudo más de una enfermedad. A pesar del sufrimiento, no se apartó de una genuina preocupación por los nuevos movimientos sociales y de la militancia en el Sindicat de Periodistes de Catalunya, en la medida que sus fuerzas se lo permitían.
Pau Pons deja un hijo y numerosos amigos y amigas que añorarán su capacidad para dar vida y sentido humano a los debates de la izquierda, así como su ingenio y lucidez en la búsqueda de un mundo más justo e igualitario.-