GENTE

CABARET A LA ESPAÑOLA

Un grupo diferente pulula desde hace unas semanas por los pequeños locales de la noche madrileña, saltando de uno a otro (Café Libertad, Café del Foro, La Hidria, El Búho Real). Se trata de José María Alfaya (antiguo cantautor reciclado) y el Taller de Reinsertables, que buscan y logran integrar a los clientes en un 'espectáculo total', donde se mezclan música, teatro, mímica e ingenio, mucho ingenio. Muy en la línea del cabaret político alemán, pero con raíces muy españolas. Estos cinco individuos, hijos de Mayo del 68, interpretan un cancionero muy original, 'el de Pollo Sanguinetti',...

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Un grupo diferente pulula desde hace unas semanas por los pequeños locales de la noche madrileña, saltando de uno a otro (Café Libertad, Café del Foro, La Hidria, El Búho Real). Se trata de José María Alfaya (antiguo cantautor reciclado) y el Taller de Reinsertables, que buscan y logran integrar a los clientes en un 'espectáculo total', donde se mezclan música, teatro, mímica e ingenio, mucho ingenio. Muy en la línea del cabaret político alemán, pero con raíces muy españolas. Estos cinco individuos, hijos de Mayo del 68, interpretan un cancionero muy original, 'el de Pollo Sanguinetti', y piezas con letras de Moncho Alpuente (La canción de la historia de España, Yo soy ibérico) y Guillermo Alonso del Real, entre otros. Lo mejor, la mímica de Juanjo Herranz y las tablas y el desparpajo de Pepe Tarduchi, que hace un streap-tease memorable al imitar a un chulo de playa, a pesar de que su cuerpo -castigado por la mala vida- no sea el de la Chelito, pero nadie es perfecto. La pieza Póntelo, pónselo hace reír al público a mandíbula batiente y sus alusiones a la corrupción política lo hacen participar en una higiene colectiva física y mental, el fin del viejo y buen teatro. Cualquier empresario con visión debería retirarlos de sus habituales trabajos alimenticios.-

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