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Caro error

Un juzgado de la capital colombiana ha ordenado al editor de las guías telefónicas de Bogotá que retire o corrija los 2,5 millones de ejemplares de su edición comercial, ya que en el apartado de 'masajistas' aparecía el número y la dirección de un domicilio particular que nada tenía que ver con el negocio, según informaban ayer los medios periodísticos locales. La casa editorial dispone de cuarenta días para acatar la sentencia, con la que el juzgado resuelve un recurso de amparo constitucional interpuesto por una mujer. La demandante, madre de dos adolescentes, comenzó a recibir el pas...

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Un juzgado de la capital colombiana ha ordenado al editor de las guías telefónicas de Bogotá que retire o corrija los 2,5 millones de ejemplares de su edición comercial, ya que en el apartado de 'masajistas' aparecía el número y la dirección de un domicilio particular que nada tenía que ver con el negocio, según informaban ayer los medios periodísticos locales. La casa editorial dispone de cuarenta días para acatar la sentencia, con la que el juzgado resuelve un recurso de amparo constitucional interpuesto por una mujer. La demandante, madre de dos adolescentes, comenzó a recibir el pasado mes de diciembre llamadas telefónicas y visitas a su vivienda de personas que buscaban los servicios de 'masaje' que, según un anuncio que aparecía en la guía, prestaba una 'agencia de modelos'. La mujer comprobó que el número de su línea y la dirección de su apartamento aparecían en el apartado de 'masajistas' de la edición de las Páginas Amarillas, que incluyen la información de los abonados comerciales de la Empresa de Telecomunicaciones de Bogotá (ETB). Según las versiones periodísticas, el fallo ofrece a la editora tres alternativas para enmendar el error: la primera consiste en la recogida de los 2,5 millones de ejemplares de la guía, y las otras dos, serían reemplazar la página que contiene la publicidad equivocada o colocar sobre ella un sello que la invalide. La demandante se acogió a un recurso mediante el cual la Constitución ampara los derechos fundamentales de los ciudadanos. En este caso, la mujer alegó que el anuncio violaba su derecho a la intimidad y a la honra.-