Crítica:MONUMENTAL MÉXICO | LA LIDIA

Frustrado duelo generacional

Se esperaba con gran expectación el duelo generacional entre el veterano Eloy Cavazos, de 52 años, y los jóvenes Antonio Bricio, de 21, y El Juli, de 18. Pero este duelo se frustró por la poca colaboración del encierro.

El Juli, hecho un torbellino, buscó el triunfo pero por fallar con el acero éste se le escapó. El tercero se arrancaba de largo, lo que le permitió lucirse con la capichuela, pero con los palitroques sólo en el último par estuvo acertado. En su trasteo iniciado en los medios con ayudados por alto destacaron las series de profundos redondos, en los que con precisión embar...

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Se esperaba con gran expectación el duelo generacional entre el veterano Eloy Cavazos, de 52 años, y los jóvenes Antonio Bricio, de 21, y El Juli, de 18. Pero este duelo se frustró por la poca colaboración del encierro.

El Juli, hecho un torbellino, buscó el triunfo pero por fallar con el acero éste se le escapó. El tercero se arrancaba de largo, lo que le permitió lucirse con la capichuela, pero con los palitroques sólo en el último par estuvo acertado. En su trasteo iniciado en los medios con ayudados por alto destacaron las series de profundos redondos, en los que con precisión embarcó y despidió al adversario, que terminó embistiendo con nobleza.

Con lo áspero y rebrincón del quinto no se acopló con el percal pero estuvo muy lucido en el segundo tercio. En su variado muleteo hubo imaginación y acabó por meter al astado al engaño, aunque con muchos enganchones. Sobresalieron los impecables circurrets y las rancheras.

Eloy Cavazos sólo destacó con el segundo al capotearlo, pues con la bayeta no estuvo a la altura del buen son del animal. Abusó del pico y sus pases fueron atropellados, y sólo trazó algunos naturales limpios.

El cuarto se le colaba por ambos lados y era además burriciego, por lo que arrollaba. Con habilidad, Cavazos se lo quitó de encima cazándolo con un estoconazo al encuentro.

Antonio Bricio mostró desenvoltura y mucho sitio con el de su confirmación. Su muleteo fue suave pero sus templados derechazos no transmitieron por la poca fuerza del burel.

De hinojos recibió al soso sexto con larga cambiada y por armoniosas tapatías lo colocó al caballo. Su quehacer en el último tercio lo inició en el anillo con un cambiado por la espalda, pero no logró armar su trasteo porque la fiera dobló cinco veces las manos y siempre llevaba la cabeza alta y se escupía.

El toricantano regaló el sobrero, pero éste resultó violento y revoltoso y todo se quedó en algunos valientes unipases.

Antes del paseíllo, los hijos de Curro Rivera, Francisco y Rafael, dieron la vuelta al ruedo al compás de Las golondrinas con la urna que contenía las cenizas de su padre, recientemente fallecido. 40.000 espectadores, emocionados y puestos de pie, le tributaron una interminable ovación y a los gritos de 'torero, torero', como en sus tardes de gloria, por última vez Curro Rivera salió por la puerta grande.

Cogida de Morante

Morante de la Puebla sufrió una cornada en los testículos, de pronóstico leve, en la corrida celebrada el pasado domingo en Bogotá (Colombia), informa Efe. El mismo toro había corneado minutos antes al diestro colombiano Nelson Segura, produciéndole una herida de pronóstico reservado en un muslo, por lo que fue ingresado en una clínica.

Con toros de Garzón, Segura y Morante tuvieron silencio en los dos que estoquearon. Juan Bautista, que hubo de lidiar cuatro, fue ovacionado en tres y cortó oreja en el otro.

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