La TV pública francesa, contra el sensacionalismo

El Conseil Superieur de l'Audiovisuel (CSA) le ha enviado una carta a la dirección de France Télévision para reprocharle el carácter "sensacionalista" o "voyeurista" de algunas ediciones de su programa C'est mon choix. La misiva comunica también a los responsables de la televisión pública francesa que "la emisión está bajo vigilancia". La amenaza, apenas velada, significa que el CSA pudiera llegar a exigir la supresión del programa en cuestión o a convocar al presidente-director del grupo, Marc Tessier, a una entrevista en que se cuestionaría su continuidad en el cargo. No en vano es el...

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El Conseil Superieur de l'Audiovisuel (CSA) le ha enviado una carta a la dirección de France Télévision para reprocharle el carácter "sensacionalista" o "voyeurista" de algunas ediciones de su programa C'est mon choix. La misiva comunica también a los responsables de la televisión pública francesa que "la emisión está bajo vigilancia". La amenaza, apenas velada, significa que el CSA pudiera llegar a exigir la supresión del programa en cuestión o a convocar al presidente-director del grupo, Marc Tessier, a una entrevista en que se cuestionaría su continuidad en el cargo. No en vano es el CSA -y no el Gobierno- el que lo eligió entre varios candidatos.

C'est mon choix es uno de esos talk-shows o programas de testimonios en los que se apoderan de la pantalla aquellos a quienes se les llama "gente verdadera". Un personal que podría definirse como hooligans de la cultura, tipos entre trogloditas y patéticos, pero que están orgullosos de merecer los dos adjetivos. "Me gustan las gordas". "Soy una fanática de la limpieza", "siempre digo sí la primera vez", "me gusta vivir desnudo", "trabajo con mi cuerpo", "me gustan los hombres más jóvenes que yo", "mi animal tiene todos los derechos", son algunos de los temas de C'est mon choix. Unos testimonios acogidos con estruendosa división de opiniones por el público invitado al plató.

Los 52 minutos de programa se emitían sin levantar ampollas a primera hora de la tarde, a las 14.00, hasta que France 3 decidió programar los 25 minutos más suculentos de esa emisión diaria a las 20.20, en hora de máxima audiencia en Francia. Logró más de seis millones de espectadores y un 25,7% de cuota del mercado, pero C'est mon choix se convirtió en centro de todas las críticas. Antes de que el CSA levantase la voz, lo hicieron diputados y prensa especializada, coincidiendo en subrayar que "la emisión no corresponde a las funciones asignadas al servicio público, que no consisten en lograr la máxima audiencia a cualquier precio, máxime cuando la televisión pública la financiamos entre todos".

Tras el revuelo, esa edición de C'est mon choix en horario estelar desaparecerá de pantalla a partir del próximo 1 de enero.

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