Cultura y espectáculosSAN SEBASTIÁN

Entre lo superficial y lo patético

El público de San Sebastián mimó en exceso a José Tomás. La oreja que le dieron en su primer toro no tuvo justificación alguna porque a su faena le faltó hondura. Todo lo que hizo con las dos manos, tanto por naturales como por derechazos, estuvo nimbado por la superficialidad. Todo hecho con muy buen gusto, eso sí, pero sin apenas ligar los pases. La faena discurrió toda ella a media altura. Al final de esa faena dio unos cuantos derechazos ligados, mas sin un átomo de profundidad y hondura. Instrumentó unas socorridas e intrascendentes manoletinas, pese a lo aparentonas que fueron, y le dier...

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El público de San Sebastián mimó en exceso a José Tomás. La oreja que le dieron en su primer toro no tuvo justificación alguna porque a su faena le faltó hondura. Todo lo que hizo con las dos manos, tanto por naturales como por derechazos, estuvo nimbado por la superficialidad. Todo hecho con muy buen gusto, eso sí, pero sin apenas ligar los pases. La faena discurrió toda ella a media altura. Al final de esa faena dio unos cuantos derechazos ligados, mas sin un átomo de profundidad y hondura. Instrumentó unas socorridas e intrascendentes manoletinas, pese a lo aparentonas que fueron, y le dieron la oreja. Sin duda, muy injusta.Donde le vimos más torero fue en su segundo, quinto de la tarde. Nos gustó la manera de buscar los terrenos apropiados del toro, hasta que consiguió enjaretarle algunos naturales de cierta enjundia. Es verdad que tejió cinco series de naturales, para que una vez terminada la última serie no encandilara aquello que está en el eje del canon del arte de torear. No hay que quitarle mérito el que quisiera estar entregado al público para satisfacerlo. Eso fue lo único de cierto interés que se perfiló en la tarde donostiarra.

Pilar / Joselito, Tomás, Abellán

Toros del Pilar, bien presentados, 2º y 3º mansos. Les pegaron fuerte en varas. 1º, 3º y 6º blandearon. El resto manejables.Joselito: dos pinchazos -aviso- tres pinchazos y estocada caída (silencio); estocada caída y descabello (silencio). José Tomás: estocada caída -aviso- y descabello (oreja); pinchazo, estocada desprendida -aviso- y descabello (oreja). Miguel Abellán: pinchazo y estocada caída (oreja); pinchazo, pinchazo hondo, estocada corta -aviso- y dos descabellos (vuelta por su cuenta). Plaza de Illumbe, 14 de agosto. 2ª de feria. Lleno.

Joselito demostró que no tiene sitio, que duda demasiado ante la cara de los toros. A su primero, que tenía un pitón izquierdo bastante bueno, no consiguió sacarle el jugo que merecía ese pitón. Así que su labor consistió en ver el dibujo de algún muletazo pasable, al lado de otros muy poco templados y sumamente vulgares. En su segundo puso de relieve hasta el fondo de dónde ha caído aquel torero que hace unos cuantos años enfervorizó a las masas. En realidad, la actuación de ayer de Joselito raya con lo patético. El ir emparejado con José Tomás (comparten el mismo apoderado) pone de manifiesto que aun queriendo aprovecharse del auge de José Tomás, en realidad en términos toreros los tiros de Joselito le están saliendo como a los de Pepe, El Culata.

La oreja que le dieron a Miguel Abellán en su primero y la vuelta al ruedo que se la regaló a sí mismo el propio Abellán explican que esta plaza de Illumbe es la plaza de las Hermanitas de la Caridad. No ligó en toda la tarde un pase, aunque a su primero le toreara por derechazos intentando bajar la mano. A su segundo toro le fabricó una faena demasiado movida, sin profundizar. Dio dos pases circulares para la galería, con el añadido de unos derechazos sin calidad, aunque buscando el arrimón, sin sentido, y así cautivar a los que quisieron dejarse cautivar. Creemos que este torero no está dando la talla, como su apoderado y algunos taurinos esperan de él.

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